Ingredientes que eran difíciles de triturar a mano eran llevados a un molino, sin embargo, este método se ha ido perdiendo con el paso del tiempo.
A las abuelas les gusta consentir y apapachar a la familia. Muchas de ellas a través de la comida.
Por: Fernanda Hernández @ferhernandez_v
Las cocciones largas para preparar moles, sopas, caldos y adobos, formaban parte de la vida diaria de madres e hijas. Las recetas y consejos para preparar comida reconfortante pasaban de generación en generación.
Y dentro de esos procesos estaba “El molino”. Aquí se llevaban los ingredientes ya listos para la molienda.
El verdadero origen del mole poblano
Los chiles tostados con las especias para el mole, el maíz nixtamalizado, los chiles asados para el adobo, la mezcla de mole verde, la pepita y más. Todo lo que a mano era muy pesado moler o incluso con una licuadora (cuando llegó a los hogares mexicanos).
Al pasar de los años esta tradición se perdió y poco a poco los molinos desaparecieron. Ahora muchos chefs buscan retomar la costumbre de la molienda para impulsar el consumo local, uno de ellos es Enrique Olvera quien recientemente inauguró su molino El Pujol.
Enrique Olvera inaugura molino, templo del maíz