Lejos de ser un alimento nuevo, la espirulina ya era consumida en la época prehispánica por ser fuente de proteína y nutrientes
La espirulina no nació en las terrazas de un barrio hipster, esta alga forma parte de la fundación de Tenochtitlan, pues los mexicas solían recolectarla en el Lago de Texcoco y comerla de formas diversas, por sus propiedades de vitaminas y minerales, aminoácidos esenciales y proteína.
Por: Liliana Ortiz (IG: @lilimarleen91)
En Valle Azul, Lourdes Dueñas y su esposo, Fylvain Kroux, se han encargado de reactivar el consumo de espirulina en México. A pesar del origen mexicano de esta alga, ambos la conocieron en Francia, país en el que se produce de forma común e incluso existe una “Federación de Espirunileros”.
Primero la cultivaron de forma casera, cuando el cultivo comenzó a crecer, decidieron establecerse al sur de Nayarit, pues resultaba más rentable, que permanecer en el país europeo. Además, el terreno perteneciente a la familia de Lourdes, ofrece las condiciones necesarias para el desarrollo del alga: sol y agua de manantial.
Los estándares con los que Valle Azul produce espirulina, desde 2016, son los mismos que en Francia, por lo que ésta no se pulveriza, pues este proceso provoca que pierda parte de sus propiedades. Se elabora, empaca y consume en forma de granillo.
Al inicio, Lourdes y Fylvain regalaron muestras de este superalimento en la zona rural donde se encuentra la planta de producción, en Valle Verde, en el municipio de Ahuacatlán, en Nayarit. Y se sorprendieron por la aceptación de la gente, que busca mejorar su alimentación.
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En Valle Azul hay un terreno de 2 mil metros cuadrados destinado al cultivo de espirulina. Ahí se localizan estanques independientes, cada uno de 15 x 30 metros y 10 centímetros de profundidad, donde se desarrolla el alga.
Lourdes explica que la espirulina se encuentra en movimiento durante el día, debido al trabajo de bombas, posteriormente se le deja flotar en reposo. La masa se concentra y se absorbe toda el agua, con el menor contacto físico posible, pues el proceso resulta tan delicado como “manejar un huevo sin cascarón.”
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Este superalimento se trabaja en frío para no comprometer sus propiedades nutrimentales. Después se le da forma de espagueti y se corta. Por último se empaca al vacío y está listo para transportarse a todo México y países, como Estados Unidos, Chile e India.
La espirulina puede consumirse sola (a cucharadas) o en jugos, batidos o bowls, por mencionar algunos ejemplos. Para quienes comienzan a comerla, se recomienda media cucharada durante la primera semana, tiempo en el que el alga realiza un proceso de desintoxicación en el organismo; después, la cantidad puede aumentar a una cucharada, dos en el caso de deportistas.
Conforme Lourdes, de Valle Azul, la espirulina es un alimento similar a la leche materna, en cuestión de nutrientes, y puede consumirse por toda la familia, incluso los más pequeños. Para los veganos es una excelente fuente de proteína.