En esta entrega nos enfocamos en las ‘ghost kitchen’, esos negocios sin sedes abiertas al público que hicieron historia en plena contingencia.
En esta tercera entrega de la serie basada en la portada de diciembre de nuestra revista, hablamos de las ghost kitchen, el esquema de producción de comida que, incluso sin tener espacios donde recibir comensales, revolucionó lo que se estaba haciendo de forma clásica en los restaurantes durante la pandemia.
Por Ollin Velasco, Josué Corro y Liliana Ortiz.
Recuerda que, por tiempos de pandemia, todos los establecimientos gastronómicos de la CDMX están cerrados para consumo in situ: sólo puedes comprar para llevar o para servicio a domicilio.
Te recomendamos algunas sedes que preparan platillos con sabor a Asia y Europa, lo mismo que otros enfocados sólo en brasas y cocina del mar. Recuerda que enumeramos los establecimientos para que fueran de más fácil lectura, pero de ninguna manera significa que los jerarquizamos.
¡Ordena a tu favorito y disfruta!
Las ghost kitchen fueron uno de los factores que más definieron la pandemia en México y el mundo, en términos culinarios. Aún no existen registros de cuántas de ellas abrieron en esta época; no obstante, fueron uno de los fenómenos más importantes que mantuvieron a flote el mundo gastronómico aquí.
Cocinar en una casa, o en un local rentado, fue la salvación de muchos: de todos los que no podían pagar la renta de un restaurante con su inmobiliario o una plantilla entera de servicio y gastos fijos, y de los que prefirieron trabajar en soledad. Se volvió la forma de vida de muchos que necesitaban emprender pero no tenían los recursos suficientes para salir completamente a la luz.
Según nos contaron chefs, cocineros y bartenders que optaron por esta opción de negocio, fue una gran lección de vida. No sólo porque les enseñó sobre humildad y revalorización de su trabajo y los materiales con lo que lo llevan a cabo, sino porque les mostró de forma directa cuán grande es la fraternidad de los mexicanos.
Aquí presentamos algunas de las cocinas que trabajaron en la oscuridad y lograron alcances extraordinarios. Los que trabajaron en ellas se curaron un poco de todo lo malo que trajo la pandemia mientras cocinaban, pero nosotros les debemos mucho más por mantenernos de pie en tiempos difíciles.
Simplemente: gracias.
De Asia, con amor
Se trata del nuevo proyecto de la chef Somsri Raksamran. El menú es una selección de platillos de la comida callejera tailandesa, con uso recurrente de productos orgánicos de origen mexicano.
En Pin-tó siempre hay un buen balance entre lo tradicional asiático y el sabor innegablemente nacional de los insumos. Por si ocupas, sus presentaciones son impecables e ideales para que figuren en tu Instagram.
IG @pintothaimx
Te podría interesar: 50nuevas aperturas durante la pandemia en CDMX (primera parte).
La opción para comer noodles
Un sitio asiático que nació de una banquetera. El chef Andrés Rodríguez vivió un tiempo en Tailandia y decidió hacer un menú tropicalizado con sabores de México.
La intersección entre sus memorias de Asia y lo internalizado que tiene el sazón de México, lo hacen especial. No te pierdas los noodles (todos) y los diferentes tipos de curry que tienen disponibles.
Antojo libanés en porciones al gusto
El chef Naguib Kuri, de origen libanés, decidió llevar su cocina a una banquetera. Usa ingredientes de Oriente Próximo, que lleva como platillos a domicilio.
Algo que nos gusta de sus formatos es que todo puede compartirse: lo mismo las entradas, que los platos fuertes. Recomendamos las hojitas de parra, el tabule, el arroz con lentejas y cebolla frita y las calabazas rellenas de carne.
IG @casa.kuri
Clásicos, muy tradicionales de Grecia
Luego de más de 20 años de ser un clásico de la Condesa, este restaurante griego lanzó su ghost kitchen.
Algo que nos encanta de ellos es que, debido a la experiencia de su dueño en Europa, los sabores griegos son auténticos. Tienes que probar sus aceitunas feta, el gyro de pollo, el pastelito de dátil y el Baklavá.
Te podría interesar: 50 nuevas aperturas durante la pandemia en la CDMX (segunda parte).
El fuego y la cocina de mar siempre son buen combo. El primero, por ser la razón que nos congrega con buenas historias en torno a una fogata; la segunda, porque no hay forma de que algo comestible que venga del mar no sea glorioso.
Acá, nuestras mejores recomendaciones en los dos ámbitos.
Creaciones con gran técnica perfeccionada por años
Mariscos y pescados de gran frescura, que el chef Emmanuel Zúñiga convierte en cocteles, ceviches, tacos, caldos y hasta baguettes de atún fresco. La experiencia del chef es innegable, luego de estar por largo tiempo al frente de la cocina de Lampuga en la CDMX, y se nota en el manejo del producto y en lo intacto que llega a casa, cuando los platillos se solicitan a domicilio.
Sabor texano a fuego lento
Este lugar nos gusta tanto, que tenemos que hacerte una advertencia: debes pedir con días de anticipación, porque la magia de la preparación de costillas, pavo, mac & cheese lleva su tiempo.
El resultado es una delicia casera del sur de Estados Unidos, que no tendrás que acompañar con nada más porque por sí misma te ofrecerá sabores auténticos del lugar de donde proviene.
Lo mejor de dos mundos en un mismo sitio
Tu parte carnívora agradecerá un pulled pork sándwich de este lugar, mientras que el lado healthy de tu ser quedará satisfecho con el betabel rostizado o la coliflor asada con aderezos cremosos.
En Brasa Fina es muy importante el fuego y lo que se hace en torno a él, así que no debe sorprenderte que sus alitas BBQ y costillas de cerdo tengan gran nivel.