Estamos en el segundo Encuentro de Cocineras Tradicionales, las ocho regiones del estado del barro negro están presentes con ingredientes muy peculiares. Estos son algunos que verás durante el evento.
Estamos en el Segundo Encuentro de Cocineras Tradicionales, las ocho regiones del estado del barro negro están presentes con ingredientes muy peculiares. Estos son algunos que verás durante el evento:
Texto y fotos: Raquel del Castillo – @Raquel_Pastel
Son pequeños mejillones de la Costa Chica que viven en las lagunas, en su hábitat el agua es salitrosa y semi pantanosa. Para recolectarlas hay que ir a las raíces de los manglares, una actividad que lleva su tiempo y dedicación. Lo podemos disfrutar en caldos, sopas, ceviches, con frijol molido o en chileatole.
Es parte fundamental del Tejate, la bebida de masa de maíz, cacao y hueso de mamey originaria de San Andrés Huayapam. La puedes encontrar en los mercados locales, su aroma es dulce y cremoso. Aún cuando está seca conserva su sabor y perfume.
El también llamado chilhuacle es el alma del mole oaxaqueño por sus notas ahumadas y elegante color negro por el cual destaca dicho platillo. Es un endémico de la región de la Cañada, y sólo se da en algunas localidades del municipio de San Juan Bautista Cuicatlán. Además del huacle negro hay rojo y amarillo.
Esto lo podrás disfrutar en una sopa que lleva el mismo nombre a la cual añaden granos de elote, calabaza criolla, flor de calabaza y chepil, un quelite muy aromático de notas herbales.
Es de la familia de la menta, en infusión es buena como digestivo y para la cruda. Al ser silvestre, su hoja es muy pequeña y aromática.
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