5 elementos que hermanan a la cocina de Sonora con Tucson, Arizona

¿Qué tienen en común Sonora y Tucson, Arizona? Además de la calidez de su gente, estas regiones comparten ingredientes y platillos que conquistarán tu paladar.

Por Roxana Zepeda. @TastyToursMX.

Foto principal: Andrés Lobato.

Tucson, una ciudad gastronómica

Tucson fue nombrada ciudad de la gastronomía por la UNESCO en 2015.

Este lugar forma parte del selecto grupo de ciudades con esta distinción, lo que la coloca como un elemento importante de la historia culinaria mundial. Además, es la primera ciudad en Estados Unidos en obtener el nombramiento de “Ciudad Creativa de la Gastronomía”.

Foto de Andrés Lobato.

Pero sin lugar a duda, Tucson no sería lo mismo ni habría logrado estos reconocimientos sin el legado gastronómico heredado por su región vecina del lado mexicano: Sonora. Por ello, aquí te contamos algunos elementos que comparten en común estos destinos.

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Tacos y burritos

Las famosas tortillas sobaqueras, hechas con harina de trigo, son un elemento fundamental en las mesas de los sonorenses.

Muchos habitantes de Sonora han migrado a Estados Unidos, específicamente a Tucson, que es una de las ciudades más cercanas a esta región de México.

Foto de Enrique Noriega.

Consigo, han llevado costumbres, ingredientes y platillos, entre ellos la tradición de comer tortillas de harina gigantes.

En el centro de Tucson encontrarás muchos restaurantes donde podrás probar los tradicionales burritos sonorenses y también tacos de distintos guisados y carnes, como Boca Tacos, de la chef María Mazon.

Dogos sonorenses

Los hot dogs de Sonora, mejor conocidos como “dogos”, nacieron en Hermosillo en la década de los 80.

Se trata de una salchicha enrollada en tocino y asada a la parrilla, que se come dentro de un pan suave acompañada de frijoles pintos, jitomate, cebolla y distintos aderezos.

Foto de Sergio Tapiro.

En Tucson, El Güero Canelo, un restaurante local, fue galardonado por la Fundación James Beard y se convirtió en uno de los cinco restaurantes en los Estados Unidos en recibir el premio “America’s Classics” en el 2018.

Además de este lugar, hay muchos restaurantes que venden este delicioso platillo sonorense en esta ciudad estadounidense.

Comparten los sabores del desierto

Tucson y Sonora comparten parte de la misma tierra y por tanto los sabores del desierto sonorense, lleno de animales, plantas autóctonas, paisajes impactantes y las tradiciones de los indígenas Yaquis que habitan y habitaron esas regiones en ambos lados de la frontera.

Foto de Pedro Berruecos.

Ellos, dejaron sentadas muchas de las bases de la cocina sonorense y de las recetas que conocemos hoy en día.

Algo que también encontrarás en Sonora y Tucson son los saguaros, esos cactus gigantes que son sagrados para los habitantes. De ellos crece una fruta redonda, espinosa y colorida, parecida a una tuna, que crece en la punta de los saguaros maduros, solo los indígenas pueden cosechar ese fruto, con el cual hacen mermeladas, salsas, aguas, dulces y otros productos que llegan también a Tucson.

María Mazon, la chef que conquistó Top Chef en EU con cocina sonorense

Cervezas artesanales

Tanto en Sonora como en Tucson existen diversos proyectos muy interesantes de cerveza artesanal, desde aquellos que iniciaron haciendo cerveza en sus casas hasta cervecerías más grandes que ahora tienen su propio lugar para degustar y catar este preciado líquido lupuloso.

Foto de Andrés Lobato.

Hay ideas muy creativas, entre ellas cervezas infusionadas, otras de temporada, algunas frutales y otras más fuertes, al estilo Pale Ale o Stout.

Lo cierto es que en ambos lados de la frontera encontrarás siempre una cerveza artesanal local bien fría que valga la pena probar, con historia y mucho trabajo detrás.

Sentido de comunidad e ingredientes locales

Los habitantes de Sonora y de Tucson, Arizona, se sienten orgullosos de su gente y les gusta apoyar a la comunidad.

Foto de Pedro Berruecos.

Por esta razón, encontrarás que muchos restaurantes apoyan a los proyectos locales y la economía sustentable para hacer crecer sus comunidades consumiendo los productos que se dan en la zona, desde vegetales, trigo, carnes producto de la ganadería local y destilados de la región.

Los ingredientes locales le dan sabor e identidad a los platillos de ambos lados de la frontera.