Si quieres saber más sobre los quelites, acompáñanos a descubrir parte de sus orígenes.
¿Conoces dichos como “Quelites y calabacitas, en las primeras agüitas” o “me importa un bledo”? Estos son en referencia a los quelites: el primero por las lluvias de primavera, el segundo por el amaranto, ya que se le conoce también como bledo, haciendo alusión a que los quelites son considerados una mala hierba debido al desconocimiento de su riqueza e importancia en nuestra cultura ya que desde tiempos ancestrales eran usados en la gastronomía, en la medicina y en diversos rituales religiosos.
La palabra quelite proviene del náhuatl quilitl, que significa hierba comestible. Son llamados igualmente quintoniles y fueron un ingrediente clave de la dieta mesoamericana de nuestros antepasados. Existen registros sobre el consumo ancestral de los quelites en México. Uno de ellos de Fray Bernardino de Sahagún en su “Historia general de las cosas de Nueva España”, escrita entre 1540 y 1585. También conocido como Códice Florentino, donde ilustra y describe aproximadamente 60 variedades de quelites.
Además en el primer recetario impreso en México llamado “El Cocinero Mexicano” escrito en 1831, en su Tratado quinto Guisos de raíces, hierbas, frutas y toda clase de hortalizas incluye recetas con el quelite como protagonista. En donde da una recomendación a sus lectores “que lo que nutre, no es lo que se come, sino lo que se digiere. Y nada influye tanto sobre la moral de un individuo, cualquiera que sea, que la manera como se hace la digestión”.
Quelites, el tesoro culinario de las 500 variedades
Asimismo, debido a una alimentación basada principalmente en la milpa, existe un vínculo de los pueblos indígenas con la recolección y uso de los quelites. Éste se ha transmitido de generación en generación. De acuerdo con las investigaciones de los doctores Edelmira Linares y Robert Bye, en México se han registrado más de 358 variedades de quelites. Pero puede haber más de 500, ya que son utilizadas las hojas, tallos y flores inmaduras las cuales crecen en la milpa o son cultivadas como monocultivo.
Estos alimentos se consideran de poco valor económico, pero de gran valor nutrimental. Ya que contienen cantidades considerables de agua, carbohidratos, fibras y pequeñas cantidades de lípidos. Estos dan una densidad energética comparativamente baja. Por ejemplo, algunos de los quelites como el chepil, quelites cenizo y rojo, chaya, huauzontle y romeritos, contienen hasta 6 g de proteína. Lo cual es superior a lo contenido en otras verduras.
Adicionalmente, pertenecen a la corriente Slow Food que pone atención a la calidad y procedencia de los ingredientes. Y se incorporan a la dieta crudos, cocidos, hervidos, fritos, guisados, condimentados y deshidratados.
5 platillos con quelites para cocinar en casa
Se cultivan principalmente en Guerrero, Morelos y Puebla y los quelites más consumidos en México son:
La forma de manejo agrícola varía según la especie, zona de producción y grupo étnico asociado, según el INECOL son las siguientes:
*Con información de Fundación Herdez.