Después de seducirnos con sus emblemáticos Casa Dragones Joven y Casa Dragones Blanco, la casa presenta su nuevo Casa Dragones Añejo. Un barrel blend sublime con un perfil organoléptico exquisito que cautivará a los amantes del tequila y de cualquier otro destilado fino.
A través de una videoconferencia, Bertha González Nieves, fundadora y maestra tequilera de Casa Dragones, nos acompañó en un viaje sensorial y sumamente interesante, en donde pudimos conocer la inspiración tras el nuevo tequila añejo de la casa y, por supuesto, su delicioso perfil.
La exploración, el motor de Casa Dragones
Antes de abrir el candado que envolvía la caja del nuevo destilado, cuya clave ignoramos hasta poco antes de la presentación, Bertha González compartió con nosotros algunas palabras sobre el compromiso que tiene como productora de tequila, el cual conforma el ADN de la casa y de sus productos.
Nos platica que Casa Dragones se fundó en 2008, con el compromiso de expandir el mundo del tequila y su portafolio ante un consumidor más curioso que desea explorar esta categoría y probar distintos perfiles. “Buscamos que se enamore del tequila y, también, de los distintos productores. En Casa Dragones, como productores modernos y jóvenes, buscamos cuestionar la elaboración del tequila no sólo en temas de sabor, sino también en los procesos, en los diferentes usos del agua y la energía”, dice Bertha, quien junto al otro maestro tequilero de la casa, Benjamin García, explora e innova en todos sentidos.
“Ésa es nuestra gasolina. En nuestra planta tenemos una linea que dice ‘Innove to forget, we have to create’. Queremos ser conocidos como productores modernos, rebeldes e independientes, para demostrar a las grandes categorías de destilados que en México tenemos gran profesionalismo y atención al detalle, además de reflejar la creatividad y elegancia mexicana”.
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El poder del tiempo
Sabemos que los destilados llevan tras de sí años y años de paciencia, de espera. En el caso de Casa Dragones, esto se plasma no sólo en el tiempo que toma el agave Tequilana weber en crecer, en los años de investigación que hay detrás de cada etiqueta o en los meses de añejamiento del destilado en las barricas. Como parte de la filosofía de Bertha y su equipo, dejar que cada proyecto madure en sabor y en posicionamiento en el mercado es algo prioritario.
“Casa Dragones está en el negocio del sabor, no tenemos prisa. Cosechamos el agave cuando tiene los azucares más altos, para que exprese ese perfil rico en minerales que le da la tierra de Tequila, Jalisco”, comenta. Sólo producen 500 lotes de 9 litros de cada etiqueta, y utilizan agua de manantial proveniente del Volcán de Tequila, que únicamente extraen para esos lotes, consiguiendo una pureza única.
Los decantadores de los tequilas, inspiradas en las botellas de botica de antaño y preciosamente grabadas con la técnica de pepita por artesanos mexicanos -la del Casa Dragones Joven-, recuperan esa parte de la historia olvidada. Ni hablar de que cada etiqueta se llena a mano, o del episodio de la historia que inspira a la propia marca. El tiempo es, más que el mejor aliado de Casa Dragones, su insignia.
Esto se refleja, también, en dejar “vivir” a cada proyecto por varios años, antes de lanzar otro. Casa Dragones Joven nació en 2009. “Un estilo olvidado en la categoría de tequila. La mayoría de los productores presentan blancos, reposados y añejos en su primer año. No sé cómo logran entregar tres perfiles en un solo año. Nosotros quisimos enfocarnos en un sólo estilo de tequila por mucho tiempo”, comparte.
Un destilado que ensambla tequilas blanco y extra añejo, y que se degusta derecho, ideal para maridar con la comida y seducir a los chefs con maridajes extraordinarios.
En 2014 se lanzó Casa Dragones Blanco, como un tequila más versátil, para degustar en cocteles y, en las rocas. “La siguiente oportunidad que detectamos fue un tequila blanco para presentar la pureza de nuestro agave y nuestra agua, rica en minerales, con toda la atención al detalle en una producción pequeña”.
Hoy, en 2020, Bertha da el siguiente paso con Casa Dragones Añejo, un destilado en el que trabajaron los últimos tres años.
Casa Dragones Añejo
Además de su extraordinario perfil organoléoptico, que a continuación presentaremos, si algo distingue a este tequila es que es un barrel blend añejado en dos tipos de barrica hechas de maderas únicas y exclusivas, las cuales llevó muchos años definir. En este tequila, se encuentran las notas que le aportan toneles de madera Sessile, provenientes de árboles de entre 170 y 300 años de edad de un bosque sustentable en el corazón de Francia.
Bertha trabajó con toneleros magistrales para crear estas barricas custom made, exclusivas para Casa Dragones. con el fin de elaborar un tequila con perfiles únicos. “Empezamos de cero como una hoja en blanco, no tenemos ninguna limitación. La madera de Sessile es menos perfumada que otras que se utilizan para hacer barricas. Buscábamos usar a la madera como un condimento para el destilado, como una caricia, y que no se convirtiera en el actor principal. Queríamos que las notas del destilado siguieran vivas y que fueran acariciadas por la madera”, revela Bertha González.
Las otras barricas son de madera de roble americano nueva de Missouri. El destilado se añeja por más de 12 meses y se hace un maridaje para tener este perfil de tequila Casa Dragones Añejo Barrel Blend Edition 1 que, verdaderamente, es espectacular y único.
Notas de cata
Vista: Tono caramelo ligero con colores brillantes y piernas pronunciadas. Claridad impecable.
Nariz: Se percibe un perfil muy floral, fresco y cítrico, con destacadas notas a pera, higo y almendras. Un aroma sublime que enamora desde que sirves la copa.
Boca: Gusto a nuez de macadamia, nuez moscada y zarzamora. Es muy acaramelado, sedoso, pleno. En boca se cumple el aroma, intensificado con la caricia de la madera.
Fin de boca prolongado y redondo, con notas a cacao y pimienta negra especiada. Permanece en el paladar y evoluciona. “El fin de boca te invita a tomarte tu tiempo y descifrar la trayectoria de sabor. Al degustarlo, imprime cierta velocidad. En este caso, buscamos que no tengas prisa y degustes el producto para encontrar los matices, sin prisas”, afirma Bertha.
La botella es de vidrio gris ahumado, con una etiqueta negra que celebra el tono azul distintivo de Casa Dragones.
La temperatura ideal para beber Casa Dragones Añejo es de 17 a 20 grados Centígrados. Para degustarlo, se sugiere una copa tequilera Riedel o la copa Glencairn para whisky. Se bebe solo o en las rocas, pero únicamente con un pequeño hielo para que abra el producto y aumenten las notas.
Para maridarlo o disfrutarlo en cocteles, Bertha platica que está a la espera de los comentarios y sugerencias de chefs y mixologos expertos. Pero ella lo maridó con chocolate y le parece una combinación ideal. De igual forma, resulta el compañero ideal de un buen habano.
Casa Dragones Añejo estará disponible a la venta al público a partir del 15 de junio en la Europea, City Market y el Concierge de Casa Dragones, con un costo de 2,759 pesos.
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