La casa italiana de alta joyería y relojería posee un pasado apasionante, lleno de glamour, maestría y tradición. Ésta es la historia de Bvlgari.
Si de joyas maravillosas se trata, no podemos dejar de mencionar a la casa Bvlgari, conocida en todo el mundo por la elegancia, estilo y riqueza de sus piezas de joyería.
Su fundador fue Sotirio Voulgaris, cuyo apellido con el tiempo se transforma en Bvlgari con la V en lugar de U por su origen latino, en el que estas letras son sinónimo. Voulgaris provenía de una familia de tradición artesana especializada en trabajar metales preciosos, comenzó desde muy joven a trabajar como joyero en Paramythia, su ciudad natal en Grecia, luego se trasladó a la isla de Corfú en 1877 y posteriormente a Nápoles, Italia. Poco después, en 1881, siendo un joven de solo 23 años, se mudó a Roma donde fundó su tienda en la Via Sistina que queda cerca de Piazza di Spagna, una de las zonas más cotizadas y ricas de la Ciudad Eterna.
Mas tarde abrió otra tienda, con la que quería atraer al comprador anglosajón. La llamó, intencionalmente, Old Curiosity Shopen Via Condotti, una de las calles más ostentosas de Roma en las que se reúnen las tiendas más famosas y costosas. Es aquí cuando se reafirma como grande marca, ya que en la época de la dolce vita romana recibió mucha atención por parte de las estrellas de Hollywood como Elizabeth Taylor, Gary Cooper, Romy Scheneider, Anita Eckberg y Anouk Aimeé, que iban a Italia a divertirse o a rodar películas y eran los compradores mayores. Además, muchas de esas joyas aparecieron en películas americanas e italianas regalándole rápidamente un puesto privilegiado y casi único en este sector del “Made in Italy”.
El estilo de las joyas de Bvlgari se ha caracterizado por tener una mezcla de elementos griegos y romanos, creando así piezas de hermosura especial y de alta calidad. Será después de 1910 cuando los diseños de Bvlgari se inspiren más en la escuela americana y parisina. Todos recuerdan la serie de joyas con monedas antiguas y la colección Serpenti, que aún hoy día son piezas muy requeridas, ya que su estilo es atemporal como el famoso vestido negro diseñado por Givenchy y recordado como el vestido a la Audrey Hepburn, como un icono de moda siempre actual.
En los 30, Bvlgari se inspiraró en el Art Decó, utilizando diamantes en diferentes tallas siempre combinados con piedras de color, como las esmeraldas, rubíes y zafiros. Joyas que podían utilizarse de diferentes maneras. Los collares se convertían en pulseras y los broches, en colgantes. A finales de 1950, Bvlgari se direcciona hacia formas más suaves y menos imponentes, para ello utiliza las piedras talladas en cabouchon, una forma redondeada, lisa y sofisticada que representará el estilo de la marca de allí en adelante.
En los 70, la casa Bvlgari abre sus tiendas en Monaco, París, Ginebra y Nueva York, donde además quedan en exposición permanente en el lujoso Hotel Pierre. En esta etapa, se inspira en los fuegos artificiales, en el Pop Art creando la colección “Stars and Stripes”, usa mucho oro amarillo, formas ovaladas y la famosa cadena de oro. En las etapas posteriores ya Bvlgari incursiona en un estilo mas estilizado, simple y siempre utilizando el oro amarillo como material primario.
El arte de la joyería, evolución que se porta
Como toda expresión artística, también la joyería de Bvlgari fue testigo y testimonio del proceso social e histórico de los tiempos. En sus comienzos, fue el símbolo de la opulencia y riqueza que dominaba Europa y Estados Unidos. Luego en los 50, reflejó de nuevo la abundancia y frivolidad de la vida despreocupada de la post guerra, como una continua celebración a la vida y por ende, de diversión. Después desde los 70 en adelante, ya empezó a redimensionar el estilo hacia lo esencial de la modernidad y de la popularidad, cambiando sus formas con una estructura menos complicada y rebuscada.
Como empresa pujante y siempre al paso de los tiempos, Bvlgari se ha abierto campo en otros sectores en todo el mundo como la alta relojería de avanzada, los perfumes y la hotelería, llegando a cotizar en la Bolsa y a abrir tiendas en casi todas las capitales y ciudades importantes del mundo.
En este 2020, la casa Bvlgari tiene programadas varias exposiciones. Una titulada “Bvlgari Bvlgari Cities” con sus famosos y finísimos relojes en Ciudad de México, Dubai, Ibiza, London, Milán, New York, París, Tokio y Roma, naturalmente. Por otro lado, una exposición de los antiguos mármoles de la familia Torlonia, una de las más nobles y antiguas de Roma. En ella se exhibirán las 96 estatuas de colección de la familia Torlonia y que Bvlgari ha ayudado a restaurar. Se presentan en el Palazzo Caffarelli desde marzo 2020 hasta el 10 de enero 2021, siempre y cuando lo permita la pandemia.
Viendo la historia de esta casa joyera, podemos entender la importancia no solo del hecho que haya nacido como una empresa familiar que ha tenido la sabiduría de mantenerse unida y muy solida, sino que ha sabido correr con los tiempos y los cambios, adaptándose y reinventándose en cada época social para sobrevivir e innovar, ganándose el seguir estando presente con mucha fuerza a nivel internacional. Tener un Bvlgari es tener una pieza de arte que no tiene precio.
Fotos tomadas de la página de Facebook de Bvlgari.
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