A mediados de 2016, se divulgaron las primeras imágenes e información técnica del Aston Martin Valkyrie, un nuevo proyecto entonces conocido por su nombre clave AM-RB 001. Este auto conceptual, fruto de la colaboración entre Aston Martin y Red Bull Advanced Technologies, presagiaba una revolución en materia de autos deportivos de alto desempeño.
La meta del AM-RB 001 era ofrecer al público niveles de aceleración y agarre comparables a los de un auto de Fórmula 1, en un auto certificable para uso en las calles.
Apenas dos años después, el producto final o, mejor dicho, los dos productos finales han hecho su debut. Además del Aston Martin Valkyrie, del cual solamente se comercializarán 150 unidades a un precio estimado de 3.25 millones de dólares, cada una, se ha lanzado también la versión de pista, el Aston Martin Valkyrie AMR Pro. De esta versión, la armadora británica sólo producirá 25 unidades para venta al público, mismas que ya han sido colocadas.
Así será el transporte del futuro
Aston Martin Valkyrie, al galope
El Valkyrie apto para las calles, con carrocería construida totalmente en fibra de carbono, cuenta con un motor Cosworth de doce cilindros y 6.5 litros naturalmente aspirado, optimizado para ofrecer la mayor cantidad de torsión posible en el arranque. Este motor de 1,130 caballos de fuerza es auxiliado por un pequeño propulsor eléctrico.
La potencia del auto es ejercida a través de una transmisión automática de siete velocidades accionada a través de controles ubicados en el volante. Se desconoce aún si el Valkyrie será un auto de tracción trasera o de tracción integral.
Para maximizar el potencial de aceleración y velocidad del vehículo, Aston Martin no ha empleado pieza alguna de acero en el auto, sino que su construcción se realiza totalmente con materiales ligeros. Gracias a lo anterior, el Valkyrie pesa apenas un poco más de 1,000 kilogramos, es decir, su razón de potencia a peso es de más de 1 caballo de fuerza por kilo de peso. Para fines de referencia, el actual Ferrari LaFerrari tiene una razón de potencia a peso de “sólo” 0.66 caballos por kilogramo.
El interior del auto también permitirá al conductor y a un pasajero experimentar lo más cercano a un auto de carreras, aunque ciertamente con mucho mayor comodidad. Los asientos, que cuentan con un gran ángulo de reclinación, se han colocado de tal forma que el conductor y el pasajero tendrán los pies ligeramente encima de la cadera. C
Con esto Aston Martin pretende que el conductor perciba al auto como una extensión de su persona. El tablero es sumamente austero y eficiente, con un volante que parece extraído de un auto Fórmula 1, y varias pantallas indicadoras. Las dos pantallas laterales hacen las veces de espejos retrovisores.
Con el Valkyrie, Aston Martin hace su entrada triunfal al club de los híperautos. Podemos esperar que compita por el título del más exótico y de mejor desempeño del momento contra bestias tales como el Lamborghini Aventador SVJ, el Bugatti Divo y el Mercedes-AMG Project One.
En una época en la que la tendencia de la industria automotriz es transitar hacia la fabricación de aparatos electrónicos rodantes de baja huella de carbono, conducción autónoma y conectados a internet, el Valkyrie es una bocanada de aire fresco que nos recuerda que para los puristas no hay nada más fundamental que la ingeniería al servicio del manejo deportivo. A los 150 afortunados en hacerse de esta máquina inigualable, sólo resta desearles felices cabalgatas.
Diseño del Vision EQ Silver Arrow de Mercedes-Benz