La Huasteca Potosina es un tesoro natural y cultural de México, un paraíso secreto inmerso en vegetación exuberante, cascadas, ríos y manantiales.
La Huasteca Potosina es un tesoro natural y cultural de México, un paraíso secreto inmerso en vegetación exuberante, cascadas, ríos y manantiales con los tonos azules más bellos que podemos imaginar.
Por Deby Beard.
Se ubica dentro del estado de San Luís Potosí, el cual es aptamente conocido como el estado surrealista de México.
La Huasteca Potosina nos hipnotiza con su belleza natural y alma auténtica, con el canto de sus aves y los colores en distintos tonos azules de sus cascadas y ríos.
Surreal en todos los sentidos de la palabra, la Huasteca es una obra de arte viva, vibrante, que con cada paso nos sumerge en su magia.
La Huasteca Potosina tiene muchos hoteles boutique y restaurantes de autor que te enamorarán con sus propuestas gastronómicas.
Sumérgete y explora estos lugares para probar desde la cocina tradicional, como las enchiladas potosinas, hasta platillos de autor o cocina creativa.
Existen también hospedajes ecológicos o glampings donde podrás acampar con todo el lujo en medio de la naturaleza. A continuación algunas propuestas que puedes probar:
Comenzó nuestra aventura por esta tierra de agua, azúcar y adrenalina en la cascada Salto del Meco, dentro de la región del Naranjo.
Aguas turquesas, casi verdosas, brillan bajo el sol en una caída 38 metros, cobijada de exuberante naturaleza.
Explorándola en paddle board, en un barco de remos, balsa, o desde la comodidad del restaurante del hotel Huasteca Secreta, esta cascada y sus exóticos alrededores son un remanso de paz, color y luz.
Su bella agua cristalina se debe al polvo que sueltan las piedras calizas en el fondo del río.
Uno de los grandes atractivos de Huasteca Secreta es el restaurante “El Mirador”, que se encuentra en un balcón que permite una gran vista hacía la cascada.
Aquí disfrutamos en de comida típica de la huasteca como cecina y parrillada, así como platillos elaborados con mariscos como ceviche y tacos de camarón.
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Cerca de El Naranjo, en la Huasteca Potosina, se levanta un maravilloso grupo de cascadas.
Impactante y misteriosa, la cascada Minas Viejas, donde el fino sedimento de las rocas pinta las tranquilas aguas de blanco, contrastando con el vivo verde de la vegetación y el café claro de las imponentes paredes del cañón, nos hace sentirnos dentro de otro mundo.
La espectacular caída alcanza los 50 metros de altura y se distribuye en cuatro pozas, llenas de agua de color turquesa, el mas intenso que podemos ver en toda la Huasteca Potosina.
Aquí, dentro de un entorno selvático, caminamos entre puentes de madera en nos dejamos llevar por la belleza surreal de esta cascada colorida.
Micos es un paraíso formado por siete cascadas escalonadas de color turquesa, que se esconde en la frondosidad de la Huasteca Potosina.
Sus imponentes cascadas, poseen una caída que va desde los dos a los 20 metros de altura, y se han vuelto en un destino de aventura, desde salto de cascadas hasta tirolesa.
Llamado así por los monos que habitan la región, Micos tiene circuito compuesto de distintas cascadas a lo largo de un kilómetro del río El Salto.
La mejor época para ver este sitio en todo su esplendor es de noviembre a marzo para evitar las lluvias y ver las tonalidades que tiene el agua debido a los minerales que contiene.
En la cascada Micos fuimos participes de aventuras inolvidables, atravesando las altas copas de los arboles y sobrevolando los impactantes colores del río desde una serie de largas tirolesas.
Después, nos subimos a una bicicleta voladora, balanceada en un cable fino 80 metros sobre cascadas – la adrenalina hizo nuestros corazones latir en sintonía con las torrenciales caídas del agua.
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Muy cerca de las cascadas de Micos, Selva Teenek es una unidad de manejo para la conservación y el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, con enfoque a felinos.
Aquí pase momentos de descubrimiento y disfrute, aprendiendo sobre la bella labor de preservación que se lleva a cabo y volviéndome partícipe de su historia.
Los ejemplares albergados en este parque han sido decomisados por PROFEPA y son animales que no pueden ser reintegrados a la vida silvestre, ya que personas los tuvieron largo tiempo como mascota en sus casas o bien por haber sido retirados de sus madrigueras a temprana edad – lo que no les permitió aprender de sus madres las habilidades de caza y escape requeridas para sobrevivir en la naturaleza condenando así a vivir cautivas el resto de su vida.
Selva Teenek también cuenta con hospedaje, con amplias habitaciones dentro de la reserva.
Aquí, disfrute de la comida típica de la región después de un recorrido donde observamos animales como el jaguar, puma, oso hormiguero y el tigrillo, dentro de la jungla que caracteriza esta región tan especial de nuestro país.