Imagina que puedes tener la certeza de que lo que comes es orgánico, que viene de un huerto. Imagina que puedes sentarte y disfrutar una comida sin conservadores, real. Grupo Los Danzantes lo ha hecho realidad desde hace casi 24 años. Su compromiso ha llevado a la mesa alimentos frescos y deliciosos que maridan con la conservación del ambiente, con el respeto a la tierra y lo que tomamos de ella.
Recibimos la primavera en el huerto, ubicado en Tepoztlán, que provee de ingredientes a Los Danzantes. Y ahí refrendamos que su proceso de poner frente a nosotros un platillo empieza bajo la superficie. En el corazón del lugar que habitamos. Bajo el sol están las lechugas, las zanahorias y jitomates que con una maestría excepcional llegan emplatados a las mesas. Pisamos la tierra que provee energía vital para que los ingredientes crezcan. Tocamos esas materias primas y hasta tuvimos la oportunidad de probarlas.
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Esta visita al huerto funcionó como un acercamiento a la raíz de la magia que sucede en el restaurante al sur de la ciudad. También funcionó como un reunión entre varios chefs que se unieron al son de esos ingredientes recién cosechados. Pero, lo más importante, funcionó para dar a conocer el nuevo proyecto del grupo: Los Danzantes Tepoztlán.
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Grupo Los Danzantes ha procurado desde sus inicios respetar los productos y a sus productores. Sus centros de consumo utilizan ingredientes que favorecen no sólo el sabor de sus platillos, sino a los mexicanos que los producen. Ejemplo de esto son las visitas al huerto que les provee, mismas que están abiertas al público en general en algunas ocasiones. Pero incluso aunque sus consumidores no puedan ir directo al lugar, pueden confiar en que, esos platillos están hechos de manos mexicanas.
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