Aunque parece extraño, el pan de muerto es una categoría y dentro de las variedades que se preparan, el gollete también es digno de presumir.
A medida que nos acercamos a la celebración del Día de Muertos, se presentan ante nosotros alimentos de temporada que no pueden pasar desapercibidos. En esta ocasión, nos enfocaremos en la categoría de pan dulce; específicamente en el pan de muerto, pero no en la versión más popular. Dentro de esta categoría, Puebla y algunos puntos de la CDMX presumen el gollete. A continuación, te contamos sobre su anatomía que genera intriga.
Por: Desiree Perea
La idea de que solo existe un tipo de pan de muerto es algo que no debemos seguir normalizando. Comprender que es más una categoría no resulta fácil, sin embargo, vale por completo la pena explorarla. Encontrarse con este pan de temporada cambia por completo dependiendo del lugar que se visite. En Puebla, se reconoce como gollete y su forma, sabor y presentación es completamente diferente.
Durante octubre y noviembre, es común encontrarse con roscas grandes con un color rosa brillante que hace imposible ignorarlas. El gollete es un pan crujiente que mantiene una forma circular y es ligeramente esponjoso. Aunque algunos podrían considerarlo más como una galleta, se mantiene dentro de la categoría de panadería dulce.
Te podría interesar: 5 postres otoñales para preparar en esta temporada
Para la masa, se parte de una receta básica que no falla: harina, azúcar, agua y levadura. Se mezcla hasta obtener una masa suave, uniforme y fácil de manipular. Con ayuda de un molde circular, se corta la masa para mantener piezas iguales y se les da forma a mano. Una vez que salen del horno, se dejan enfriar un momento para después cubrirse con una miel espesa de color rosa.
Mientras aún está fresco, se espolvorea azúcar rosa que permite darle ese color llamativo y distintivo al gollete. El sabor de este pan de muerto se mantiene sencillo, pero es precisamente lo que le ha ayudado a mantenerse vigente. Si bien su origen está en Puebla, el pueblo de Mixquic, así como en la alcaldía Xochimilco se ha adoptado esta joya histórica.
Pocas tradiciones generan tanto interés como el Día de Muertos en México. Esta tradición no solo se vive a través de las ceremonias o rituales, sino también a través de la gastronomía. El gollete es una pieza legendaria dentro de la panadería mexicana, y aunque no recibe tanta atención, su presentación llamativa hace que cada vez sea más pedido.
Te podría interesar: Colada Morada, el atole ancestral hecho con más de 20 ingredientes
Durante esta temporada, es relativamente fácil encontrarlo en la CDMX. La técnica detrás es algo que se ha ido compartiendo de generación en generación. El universo de pan de muerto que aromatiza el otoño en México es digno de reconocer a lo grande. Piezas como el gollete mantienen vivos los sabores y colores de una tradición sumamente importante para nuestro país.
Las ofrendas de Día de Muertos se convierten en verdaderas obras de arte que mantienen esencia propia. Dentro de los elementos más importantes, la comida juega un papel crucial. México puede presumir un gran legado culinario, donde el pan dulce no se queda atrás. Dentro de las múltiples piezas, el gollete se convierte en una estrella de temporada que tiene una relación directa y profunda con nuestras tradiciones.