Entre historia y modernidad
Por Alexis Beard
En el corazón de West Nanjing Road, una de las avenidas más emblemáticas de Shanghai, se alza The Portman Ritz-Carlton. Un clásico que ha acompañado el pulso de la ciudad durante más de tres décadas. Instalado en el Shanghai Centre —obra del arquitecto John Portman—, fue uno de los primeros símbolos del renacer económico de la urbe en los años noventa. Desde entonces, ha sido el alma elegante de Shanghai. Hoy, en medio de la fiebre contemporánea de boutiques, galerías y rascacielos, su presencia conserva un aire de dignidad tranquila.
Shanghai, ciudad de contrastes
Shanghai es una ciudad que nunca termina de definirse. Entre los templos silenciosos del distrito Jing’an y la efervescencia de The Bund, conviven la calma ancestral y la energía de un futuro que parece adelantarse. Caminar por sus calles es moverse entre dos ritmos: el de los comerciantes de té que aún pesan hojas en balanzas de bronce y el de los jóvenes diseñadores que reinventan el lujo chino con la misma pasión.
The Portman Ritz-Carlton parece entender ese equilibrio. Su arquitectura y atmósfera reflejan la mezcla de tradición y modernidad que define a la ciudad: un refugio donde el bullicio queda en la puerta y el tiempo se aquieta.
Sabores con identidad
La cocina aquí es una conversación con Shanghai. En Portman’s Restaurant, los ingredientes locales se tratan con respeto y precisión, dando lugar a platos que celebran la sencillez bien ejecutada. The Ritz Bar & Lounge rinde homenaje al pasado cosmopolita de la ciudad: su luz tenue, los acentos art déco y la música en vivo recuerdan la elegancia de los años treinta, cuando Shanghai era llamada “la París de Oriente”.
Rituales de bienestar
Entre las torres de Jing’an, el spa del hotel propone un espacio donde la calma aún tiene cabida. Los tratamientos inspirados en la filosofía oriental, la piscina interior y el silencio cuidadosamente preservado crean un respiro raro en una ciudad que se reinventa cada noche.
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Un clásico que permanece
En una ciudad que se mide en velocidad y novedad, The Portman Ritz-Carlton mantiene otro ritmo: el de la constancia. Más que un hotel, es una pieza viva de la historia reciente de Shanghai, testigo de su transformación y de su búsqueda por conciliar la herencia con la vanguardia.
Quedarse aquí no es solo hospedarse: es participar, aunque sea por un instante, del diálogo entre lo que fue y lo que vendrá.
Para más información: https://www.ritzcarlton.com/en/hotels/sharz-the-portman-ritz-carlton-shanghai/overview/
