El Red Rock Canyon es una obra maestra de la naturaleza que desaparece lentamente en la obscuridad de la noche. Y la velada se ilumina una vez más, con las energéticas luces de Las Vegas. Un majestuoso atardecer pinta al despejado cielo de un millar de tonos rojizos, los colores mezclándose con el rojo y blanco vibrante de las imponentes montañas en el horizonte. Así se presenta un paraíso de belleza natural y escénicos paisajes, de divertidos casinos y espacios de hedonismo. Nevada es un destino fascinante y aquí te contamos un poco más.
Por: Melanie Beard
Nevada, el destino perfecto para los aventureros
El paisaje prehistórico del Valle de Las Vegas y la mayor parte del sur de Nevada alguna vez fue un pantano con agua y vegetación. Pero eventualmente los ríos pasaron a la clandestinidad, el pantano retrocedió y el valle evolucionó hasta convertirse en el paisaje árido y reseco que conocemos hoy en día. Desde las terrazas del edificio clásico de JW Marriott Las Vegas, las montañas casi moradas y los largos valles áridos de Nevada lucen en todo su esplendor.
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El parque nacional Red Rock Canyon y el hermoso y sorprendentemente colorido desierto de Mojave se encuentra a pocos minutos del resort. Estos espacios de aventura y belleza natural reflejan la verdadera alma de Nevada y su drástica belleza. El Red Rock Canyon cuenta con un recorrido panorámico de 13 millas de caminatas y senderos.
Además es posible admirar en primera fila la vida silvestre, vegetación, geología y recursos culturales. De esta forma, el desierto de Mojave, junto con los desiertos de Sonora, Chihuahua y la Gran Cuenca, forman un desierto de América del Norte más grande. Disfrutando de las impresionantes vistas de las montañas del desierto de Las Vegas, aquí vivimos la unión de dos mundos.
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La elección adecuada de hospedaje después de explorar
Cincuenta acres con exuberantes jardines, un magnífico campo de golf y un renombrado Spa vuelven a JW Marriott Las Vegas Resort en un destino en sí mismo. Donde podemos disfrutar de la diversión del casino Rampart y relajarnos en un mundo de bienestar a la vez. Un retiro tranquilo cerca de toda la acción pero a un mundo de distancia del ajetreo y el bullicio de la ciudad. Después de pasar horas de aventura y descubrimiento entre las colinas, valles y formaciones rocosas del Red Rock Canyon, regreso al JW Marriott Las Vegas. Para sumergirnos en su sofisticación y disfrutar de su oferta culinaria.
Disfruté del restaurante Jade Asian Kitchen, el cual nos lleva a través la comida Japonesa y China a un viaje lleno de sabor. Con platillos auténticos y el sushi más fresco. Siempre con ingredientes frescos, la multifacética y excelente cocina de Jade ofrece múltiples experiencias asiáticas exquisitas; desde cenas tradicionales hasta una barra de noodles más casual pero igual de deliciosa.
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También tuvimos el placer de conocer el restaurante Hawthorn Grill, donde amantes del vino encontraremos justo lo que buscamos. Cuenta con una extensa carta de vinos con más de mil opciones. Excelentes cortes de carne, logrados a la perfección, nos esperan en este elegante grill americano.
Un paraíso de belleza natural y escénicos paisajes, con momentos de relajación y placer total. Entre el desierto y el casino; desde el lujoso JW Marriott, se disfruta de todas las diversas e intrigantes facetas de Las Vegas. El punto de encuentro entre la adrenalina del juego de Las Vegas y la belleza natural de Nevada. Este hospedaje es el escenario de momentos únicos que nos sumergen en lo mejor del destino y su intrigante magia.
