Con 729 botellas, Víctor Patiño es considerado el mayor coleccionista de whisky en México. Lo que debes saber sobre Victor Patiño Es Ingeniero en Electrónica y Comunicaciones. Trabaja como Director de […]
Con 729 botellas, Víctor Patiño es considerado el mayor coleccionista de whisky en México.
Coleccionar botellas en México es complicado, pues no pueden ingresar bebidas alcohólicas de particular a particular. Tienes que tener una importadora o contratar una empresa. Si deseas importar botellas, a cada una le tienes que sumar el IETS, que es el 53% sobre el precio de la botella, más el agente aduanal, el IVA. Al final, el costo te sube al doble.
“Cuando coleccionas, lo haces por muchos aspectos. Uno de ellos es para poseer una botella única que nadie tiene. Otra, porque lo haces como inversión. Entonces, si compras un activo que en todos lados cuesta 1,000 dólares, por decir algo, y en México te cuesta 2,000, pues perdiste en vez de ganarle a tu inversión. Y si estamos hablando de 729 botellas, que son las que tengo hoy en día, y les pierdes, imagínate. Por eso conseguir botellas es complicado. Tienes que viajar para comprarlas, y sólo puedes traer cuatro. O pedirle a gente que viaja que te traiga. Es un proceso mucho más lento en comparación al de un coleccionista en otro país”, confiesa Víctor.
El exclusivo Single Malt Scotch The Macallan “Folio No5” llega a México
The Glenlivet propone una nueva forma de catar whisky
Víctor es fundador de Bottle & Brothers. Un club de whiskey con 205 personas.
Mediante la membresía del club de whisky Bottle & Brothers, podrás recibir tres o cuatro botellas por mes con planes de 6 ó 12 meses.
Además, tendrás acceso a catas especiales, zooms con embajadores de las marcas y maestros destileros en Escocia o de bourbon en Estados Unidos. Experiencias exclusivas, subastas, rifas de botellas y más.
Además, Víctor creó un club más pequeño, el Secret Whisky Society, conformado por 20 personas, todas con colecciones de whisky impresionantes.
La idea de formar este club nació gracias a Miguel Ángel Reigosa, un argentino enamorado del whisky, que empezó a coleccionar botellas, luego puso un bar, organizó un club del whisky, y finalmente, abrió un museo. Se trata del Museo del Whisky, que tiene exhibidas 2,500 botellas y que Víctor tuvo la oportunidad de visitar en 2016. Se trata, me explica el coleccionista, de la colección privada más grande del mundo.