En la industria vinícola el corcho es tan importante como el vino. Los corchos naturales son muy apreciados y se fabrican a partir de la corteza del alcornoque. Pero existen diferentes tipos, descubre más aquí.
Existen diferentes variantes que definen el uso de los corchos. Por ejemplo, los vinos de crianza, necesitan un corcho natural , mientras que los vinos blancos jóvenes pueden tener un corcho sintético, porque se consumen rápidamente.
Se elabora de corteza de alcornoque de segunda o tercera cosecha. Las placas de madera completas se dejan secar y posteriormente se sumergen en agua caliente para eliminar microorganismos y mejorar la elasticidad del producto, el proceso de limpieza puede durar varios meses. Transcurrido ese tiempo se hace una selección de las maderas de mejor calidad. El corcho natural se utiliza para vinos de crianza, la porosidad de la madera ayuda a oxigenar el vino de forma natural. Esas pequeñas dosis de oxigeno ayuda a la evolución del vino. por eso es importante que sea vinos de guarda para evitar la oxidación.
Son corchos naturales con lenticelas (poros que se forman en la madera naturalmente), estos se rellenan con polvo de corcho y resinas. El colmatado sirve para que el corcho tenga una mejor apariencia y su rendimiento sea optimo. Existen tres niveles de colmatado, el primero sirve para vinos de crianza, el segundo para vinos de guarda media o sin crianza y el tercero para tintos jóvenes.
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Se hacen a partir de restos de corcho natural mediante un proceso de moldeado a base de resinas que ayudan a compactar el material. En la industria vinícola, son utilizados para vinos tintos jóvenes o vinos sin crianza.
Se elaboran con siliconas, resinas o plásticos aglomerados. En el mercado existen diferentes tipos y algunos de colores. Se utiliza para vinos de consumo inmediato que no necesitan oxigenación. También es ideal para mantener los costos de producción.