El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Es originaria de China y proviene de la planta Camellia Sinensis cuyo cultivo da las variedades de té clasificado por su color: verde, blanco, amarillo, negro y azul verdoso. Por otra parte, las tisanas son las mezclas de flores, especias o hierbas como la manzanilla, la lavanda u otros sabores que erróneamente llamamos “tés”. Conoce los tipos de té más tradicionales y apreciados del mundo.
Por Alejandra Alfaro @alejalfa
Su origen data del s. III a.C. y fue llevado a otras partes de Asia, junto a sus técnicas de cultivo y arte de preparación, por los monjes budistas. En Rusia se volvió muy popular y al poco tiempo también los británicos cayeron en esta euforia.
Conforme avanzaba el tiempo, cada país fue desarrollando sus propios métodos y sabores icónicos. Aquí te mostramos algunos de los más representativos.
China: Oolong
También se le conoce como té Wu-Long y significa “dragón negro”. Dependiendo el nivel de oxidación que se les dé, pueden resultar en distintas tonalidades. Si se le aplican bajos nivel de oxidación será similar al té verde con toques florales, por el contrario, cuando los niveles sean altos, se asemejará al té rojo.
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Se produjo por primera vez hace unos 400 años, en la provincia de Fujian y fue originalmente pensado para uso medicinal. Conforme crecía el auge del té, tomó mayor importancia en eventos sociales, como gesto de hospitalidad y poco a poco, como parte de una ceremonia pre nupcial.
Los mejores accesorios para prepararlo son una taza de té Gaiwan de porcelana y una tetera de terracota Yi Xing. Sólo hay que considerar que la porcelana es buena conductora de calor, por lo que al utilizarla hay que tener cuidado con la forma en la que se quita la tapa pues estará demasiado caliente. En China y Taiwán, la técnica de preparación más utilizada se llama “Gong Fu Cha” y es un ritual que expresa el máximo potencial de cada infusión si se prepara correctamente.
Inglaterra: Té negro
El té llegó al Reino Unido por ahí del 1600 para convertirse en una insignia británica dentro de su cultura y cocina. No es para menos, pues al ser una caliente y reconfortante bebida, resulta muy apropiada en el clima lluvioso.
En Inglaterra se toma casi a cualquier hora, pero su famosa hora del té a las 5 de la tarde debe ir acompañada por bollos, scones, crema espesa, mermelada de fresa, sándwiches para la hora del té, pasteles y galletitas.
El té negro en Gran Bretaña debe servirse en tacitas de porcelana con asas para protegerse de las quemaduras. Suele tomarse solo o con un par de terrones de azúcar y leche.
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India: Darjeeling
Se dice que la planta de té fue introducida a India por los ingleses para acabar con el monopolio chino. Ya que heredaron varias costumbres de los ingleses, en la India también se acostumbra una hora del té que se toma alrededor de las 4:00 pm y usualmente incluye pequeños bocadillos como samosas que son pequeñas empanadas crujientes con relleno salado.
Para los indios, el té fue descubierto por Boddhidharma, un príncipe que se había convertido al budismo y había viajado a China para difundir la doctrina. Había jurado no dormir en siete años y tras los primeros cinco, comenzó a sentirse fatigado. Para evitar romper su promesa, comenzó a morder las hojas de un arbusto que lo llenaron de energía. Eran las hojas del té.
Igual que en Inglaterra, se toma el té con leche. Se le pueden agregar algunas especias indias como canela, cardamomo, clavo o pimienta negra, para crear un “Masala chai especiado” que es muy popular en Estados Unidos aunque no tanto en la India.
Marruecos: Té de menta
De nuevo, tomaremos a los británicos como influenciadores de una corriente pues a mediados del siglo XIX, introdujeron la costumbre de beber té en el norte de África debido a que la guerra de Crimea amenazaba sus rutas comerciales con los países eslavos y se vieron obligados a buscar nuevos mercados en esta zona de África.
Pronto se popularizó en Marruecos que mezclaron los sabores con sus sabores tradicionales: menta, ajenjo y salvia. Su preparación suele hacerse con “té perla” verde chino, y es todo un ritual para celebrar reuniones, negocios, eventos especiales, familiares o para recibir a un invitado. A pesar del calor, se consume caliente pues de esta manera el cuerpo pasa a “temperatura ambiente”.
Se sirve en tacitas de vidrio, usualmente de colores. La preparación y las hermosas herramientas que se utilizan, hacen de este té todo un espectáculo. Se sirve en una tetera de metal con preciosos acabados y se acompaña de postres árabes típicos a base de miel, coco, nueces, almendras y semillas de ajonjolí.
Turquía: Çay
Es una especie de té negro que se sirve en un pequeño vaso similar al marroquí pero curvo como un tulipán. Se sirve con una taza de cerámica y una cuchara demitasse. En su forma es muy parecido al marroquí, excepto que el azúcar se sirve de lado en cubitos para que quien lo toma decida qué tan dulce lo desea.
En Turquía se vende, como en muchos lugares de Asia, en casas del té, pero aquí también puede encontrarse en carritos callejeros.
Se acostumbra a comer con un simit, pan crujiente y suave a la vez, con forma circular y decorado con semillas de sésamo común en Turquía y Grecia.
Sur de Estados Unidos: Té helado
La cultura del té en Estados Unidos se prefiere fría y con azúcar. Esta variedad ha tomado distintas formas en la historia debido a cambios en su comercio internacional. Al principio se tomaba con alcohol y con el tiempo fue sustituyéndose este elemento por té negro helado (solían ser bolsas de té empapadas) y mezclado con mucha mucha azúcar.
En Estados Unidos es muy común escuchar que una persona pida un té helado para acompañar sus comidas, disfrutar de un caluroso día o como antojo de cada día.
Rusia: té en Samovar
China importó el té a Rusia por las rutas de caravanas desde 1567, un siglo antes de que llegará a toda Europa. Allí, se desarrolló un método original para prepararlo en su famoso samovar.
Ritual del té, la gran tradición rusa
El té ruso se prepara muy fuerte, concentrado y oscuro. La proporción es mitad agua y mitad hojas de té. El samovar es un aparato típico que adorna los hogares y se presenta como símbolo de hospitalidad. En la parte superior de éste se coloca el concentrado de té. Así que cada vez que se sirve se coloca de 1 a 2 cm de concentrado en la taza y el resto es agua caliente.
Para endulzarlo, se acompaña de mermelada, blinis, leche, cáscara de naranja, cubos de azúcar o fruta confitada. Los ingredientes dulces se mantienen entre los dientes para quitarle el amargor conforme pasa el líquido en la boca.
Sudáfrica: Rooibos
El rooibos no es como tal un té pues no proviene de la planta Camelia Sinensis, sino que es una infusión sin los efectos estimulantes del té pero con beneficios antioxidantes. Además es un energético que no produce somnolencia, es digestivo, isotónico, alivia los cólicos, fortalece los dientes y huesos, entre unas cuantas de sus ventajas.
Tras la Segunda Guerra Mundial el abasto de té cayó y para reemplazarlo, los ingleses comenzaron a consumir el rooibos que viene de un arbusto empleado por la tribu Khoisan, cultivado por “los hombres más viejos del mundo” originarios de la zona montañosa de Cederberg.
Su uso se ha extendido en la cocina y la mixología con gin o ron. En los mejores restaurantes se ha desatado su uso pues con esta planta se puede marinar, suavizar las carnes (roja y blanca) o preparar diversos platillos salados o dulces.
Fuente:
Lombardi, G. (2017) Sommelier de tés. White Star.
Gourmet de México, edición Noviembre 2016.
Ten Thousand Villages.