Cinco bartenders hablan de la industria coctelera en Latinoamérica; mientras realizan un recorrido por las chinampas de Xochimilco.
Estuvimos con los mixólogos invitados a The liquid Show, quienes disfrutaron una comida a cargo de los chefs de Yolcán. Durante el recorrido por las chinampas de Xochimilco pudieron observar las plantaciones y comer verduras recién cosechadas.
El menú incluía lechugas frescas con mostaza y miel, queso de rancho, cordero y tarta de chocolate. Los cocteles de esa tarde fueron de Licorería Limantour y Waikiki Tiki Bar, este último ofreció un trago extravagante por sus notas ahumadas inspiradas en el taco al pastor.
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A continuación te presentamos a cinco mixólogos latinoamericanos a los que vale la pena tener en la mira:
Fundador del bar Factoría en Cartagena Colombia, fue ganador de World Class Puerto Rico, su fascinación por los ingredientes y las técnicas artesanales, hacen de su lugar un homenaje a la cultura gastronómica colombiana. Este joven mixólogo sigue experimentando con especias, fermentos y algunos destilados locales. Su bar se encuentra dentro de los 50 World’s Best Bars.
Estos jóvenes tímidos y reservados trabajan en la barra de Alquímico, uno de los bares más aclamados de la bella Cartagena, la cual se llena de vida con música y fiesta, pero sobre todo con una oferta cultural y gastronómica única con productos como el chontaduro, el tomate de árbol y el lulo.
Bebedero es el espacio de creatividad y vida de Liz, ella lo fundó con el fin de experimentar con ingredientes del mercado de San José. Sin embargo, su expertise y técnica viene de sus años en Canadá, donde descubrió su fanatismo por las mezclas, los licores, bitters y fermentos.
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Es el más enigmático y conocedor. Su gran labor dentro del medio se ve reconocida por su merecido número tres en la lista de los World’s 50 Best Bars. Esto gracias a que llevó su speakeasy Florería Atlántico al gusto de la gente argentina que poco a poco lo fue elevando de nivel. Su excelente servicio y la versatilidad de su coctelería, con armoniosos, bitters de la casa y sodas naturales con fruta local, hacen de Atlántico el lugar de moda del barrio porteño.