Desde Oaxaca y hasta Yucatán, esta bebida es típica de días de fiesta y de antojos frutales con un piquete de aguardiente de caña.
Hablar de mistelas implica pensar en fiestas. Se trata de una bebida hecha con frutas maceradas en aguardiente de caña que es de tradición en estados como Chiapas, Oaxaca, Yucatán y Campeche.
Aunque hay antecedentes de mistelas en España, donde se elaboran agregando alcohol y agua al mosto de la uva –en una proporción que evite que la fruta siga fermentándose–, en México la práctica de hacer mistelas con fruta de temporada es muy valiosa.
Las mistelas de nuestro país se elaboran con frutas que se dan en distintas partes, en diferentes momentos del año. De acuerdo con Larousse Cocina, las más usadas son ciruela, nanche, durazno, pera, guayaba, mora, mango, piña, nuez, almendra, manzana, membrillo, naranja, limón; de hierbas y especias como canela y menta o de otros compuestos orgánicos.
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En lugares como Oaxaca y Chiapas, donde la mistela acompaña celebraciones y días felices, se hace mucho con nanches, ciruelas y piña. Una vez que tras el paso de los días de maceración las frutas están completamente encurtidas, se separan del alcohol. Éste se bebe solo y las frutas también se comen aparte.
La tradición de tomar mistelas es cada vez menos común en México, por lo que te recomendamos que cuando tengas la oportunidad, las consumas. Todas ellas son deliciosas y seguro con tu compra ayudas a hacer crecer el consumo local de una comunidad.