Una marca mexicana y dos que han dado la vuelta al mundo. Estos destilados darán aroma y sabor a tus cocteles, aunque también se recomienda beberlos solos.
Tres destilados preparados con flores y hierbas locales de los lugares donde se producen
Un dry gin inspirado en la herencia botánica de la isla escocesa de Islay, preparado con los botánicos clásicos del gin y 22 flores y hierbas que le dan un sabor único, entre estas: mastranzo, manzanilla, cardo, abedul, sauco, toronjil, trébol rojo, yerbabuena, mirra y tomillo, las cuales se recolectan a mano en colinas, costas y pantanos.
Su aroma está compuesto por notas a mentol, cilantro con matices de anís y cáscara de limón y de naranja, junto a un bouquet de flores que nos recuerda a las praderas en verano. Cuando lo pruebas, el primer contacto es suave y satinado, con notas cítricas y terrosas.
Bruichladdich Distillery es la destilería encargada de producir esta ginebra. Lo hace a fuego lento y a muy baja presión en un alambique llamado “tipo Lomond”, apodado “Ugly Betty”. El proceso toma su tiempo pues se extiende hasta tres veces más de lo habitual.
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“Flor de Luna”, la única micro destilería de la CDMX, es espacio donde la alquimia de la destilación, que inicia con la selección de ingredientes de calidad superior, nos ofrece creaciones como el licor de lavanda y de lichi, además de ginebras de diversos sabores y perfiles.
El producto insignia de la casa lleva el nombre de Xila, un licor que nació del interés por imprimir sabores peculiares en los destilados. La receta de finalmente se conformó con siete notas: lavanda, jamaica, clavo, canela, pimienta, piña asada y un remate de chile ancho. Los ingredientes, seleccionados por afinidad armónica, se disipan en un espadín que se destila en Oaxaca.
Xila, “mujer” en zapoteco, celebra el trabajo femenino en cada etapa de su producción. La tierra, que es mujer, regala los ingredientes que se utilizan y seleccionan a mano.
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Es uno de los licores de hierbas más famosos y consumidos de todos los tiempos. Creado en los años 30 del siglo pasado en Wolfenbüttel, Alemania, se caracteriza por su proceso de elaboración. Primero se macera y luego se destila. Los ingredientes con los que se prepara permanecen en secreto, aunque se estima que son 56, entre flores, semillas, especias y frutas.