Tomar champagne es sinónimo de celebración y alegría. Su efervescencia hace una fiesta en nuestras papilas y sin importar qué tanto nos guste, el solo hecho de abrir la botella nos brinda entusiasmo. Para dominar el arte del champagne, te dejamos esta pequeña guía.
GH MUMM es una marca que durante casi dos siglos ha escrito su historia sobre el arte del champagne con base en las tradiciones, la experiencia y la excelencia para la celebración perfecta. Cualquier caballero debe saber el protocolo para servir esta bebida que ha cautivado a millones de personas en el mundo. Por ese motivo te presentamos cuatro consejos para dominar el arte del champagne.
La temperatura juega un papel crucial dentro del protocolo del champagne. El champagne idealmente se toma a una temperatura entre 8° C y 10° C, brindando un sabor, estructura y aroma perfectos.
Una temperatura demasiado fría reduce la efervescencia, altera los aromas e incluso adormece las papilas gustativas. Por otro lado, una temperatura demasiado elevada crea un exceso de espuma, dificultando el descorche y enmascarando sus aromas.
El primer paso es voltear suavemente la botella boca abajo para crear una temperatura absolutamente uniforme. A continuación, toma la botella con una mano (sosteniéndola por el cuerpo y no por el cuello) y retira la cobertura de papel tirando de la pestaña. Afloja la jaula de alambre y libera el corcho.
Si estás en un lugar público, se recomienda que el descorche se haga de manera silenciosa, después de todo, el signo de la verdadera clase es la elegancia y discreción.
Sostén la botella con una mano e inclínala ligeramente, mantén el pulgar de la otra mano firmemente en el corcho para controlar la presión del aire.
Ahora, aquí está el secreto para el éxito: gira la botella, no el corcho, para que éste se libere poco a poco con cada giro. Continúa girando la botella hasta que suene un ligero silbido seguido de un pequeño pop: la música perfecta para excitar las papilas gustativas y levantar el ánimo.
A pesar de ser ampliamente utilizadas, las flautas no son la mejor opción para beber champagne. Este tipo de copa es muy delgada y limita el contacto de la bebida con el oxígeno no permitiendo que este libere sus aromas.
Tipos de vasos y copas que todo Gourmet debe tener
Las copas para vino blanco son una buena opción, ya que son perfectas para capturar el sabor específico del champagne. Las copas en forma de tulipán también son una buena opción ya que no son tan estrechas como las flautas. Además de concentrar los sabores, tienen suficiente espacio para permitir una completa efervescencia de la bebida.
Para evitar derrames es mejor servir en dos fases: el truco consiste en verter una cantidad inicial de champagne inclinando lentamente la copa (el flujo a lo largo de la pared promoverá la formación de burbujas), después toma una pausa para permitir que la espuma se asiente, y vierte una segunda vez para llenar dos tercios de la copa.