Descubre la historia, elaboración, tipos y cócteles icónicos con cachaca, el destilado brasileño que captura el sabor y espíritu de Brasil en cada trago.
Dentro de las grandes aportaciones gastronómicas que presume Brasil, más allá de los cortes de carne, se reconoce casi de inmediato a la cachaca. Este destilado es todo un icono dentro de las bebidas dentro de este gran territorio en Sudamérica. Se presume como uno de los destilados más antiguos de América, con un proceso de elaboración que involucra métodos tradicionales y un profundo respeto por la herencia brasileña. En este nota, nos adentraremos en sus orígenes, producción y cómo disfrutarlo en cócteles que resaltan su sabor.
Por: Desiree Perea
Sobre el origen de esta bebida se tiene registro que fue a principios del siglo 16 cuando se realizó la primer destilación dentro del territorio brasileño. Se atribuye la introducción de la caña de azúcar a los colonizadores portugueses. Dicha materia prima encontró un nuevo hogar fuera de Europa, por lo que las plantaciones no tardaron en crecer exponencialmente en distintas partes de Brasil.
La cachaca es reconocida dentro de la historia como el ‘primer destilado dentro de América’; e incluso dió lugar al ron, otro destilado clásico dentro de la coctelería latina. A partir de ese momento, se marcó un momento histórico dentro de la cultura gastronómica del país.
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Tal como ocurre con el tequila en nuestro país, la cachaca cuenta con el distintivo de Denominación de Origen (DOP). Con el objetivo de proteger el legado que representa este destilado, únicamente es posible nombrarlo con este nombre si se produce dentro de Brasil. También debe seguir un proceso de producción específico, así como elaborarse a partir de caña de azúcar.
La calidad de la cachaca depende en gran medida de dicho producto. Brasil tiene el clima ideal para su cultivo; de hecho, existen más de 600 tipos de caña de azúcar en el país. Para este destilado se utiliza caña de azúcar fresca, que se procesa de inmediato para evitar que fermente y afecte la calidad final.
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El siguiente paso consiste en la extracción del jugo. Posteriormente, la fermentación es un paso fundamental; aquí se desarrollan sabores y aromas que caracterizan a la cachaca. Finalmente, este líquido se destila en alambiques de cobre o en columnas de acero inoxidable, dependiendo del tipo de producto final deseado.
Después de la destilación, este destilado puede añejarse o consumirse sin envejecer. A partir de este paso, es posible obtener el tipo de cachaca amarilla. Su periodo de envejecimiento puede extenderse hasta por dos años. ¿La ventaja? Adquiere notas de vainilla, caramelo y madera, haciéndola perfecta para beber sola.
Una de las principales características de la cachaza es el porcentaje de alcohol que concentra. Este factor también es importante para poder denominarlo con dicho nombre, debe encontrarse entre el 38% y el 48%. Para aquellos que disfrutan de sabores intensos, este destilado puede disfrutarse sin ningún otro elemento. Ahora, si eres amante de los cocteles, la caipirinha es la preparación más popular a nivel mundial donde se incluye este destilado.
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Asimismo, la cachaza no solo en un aliado dentro de las bebidas, sino también en los alimentos. Puede añadirse a salsas o reducciones para dar mayor profundidad al sabor final. También es una opción recurrente en marinados para ablandar carne. Y si esto no es suficiente, la cocina dulce también le abre las puertas a la cachaza; funciona a la perfección con chocolate, mermeladas o frutas flameadas.
La versatilidad de este destilado permite incluirlo en un sinfín cocteles, pero también es válido disfrutarlo por sí solo. Actualmente, forma parte fundamental de la cultura culinaria brasileña. La cachaca ha evolucionado para convertirse en un ingrediente digno de presumir a nivel mundial.