La historia del whisky es larga y llena de aventuras. Muchas personas valientes lucharon para que la bebida siguiera fluyendo hasta nuestros días.
Creamos una línea de tiempo que te ayudará a comprender los conceptos básicos y entender su origen.
También podrás saber quién jugó un papel clave en la historia de la destilación, cómo surgió el whisky y cómo evolucionó hasta convertirse en lo que conocemos hoy.
La historia del whisky
1000-1200 dC
El origen del whisky comenzó hace más de 1000 años cuando la destilación emigraba de Europa continental a Escocia e Irlanda a través de monjes viajeros.
Los monasterios escoceses e irlandeses, al carecer de los viñedos y las uvas del continente, recurrían a la fermentación de puré de cereales, lo que da como resultado las primeras destilaciones del whisky moderno.
1405
El primer registro escrito de ‘whisky’ aparece en los “Annals of Clonmacnoise” de Irlanda, donde se escribió que el jefe de un clan murió después de “tomar un exceso de aqua vitae” en Navidad. En aquel tiempo se le conocía al whisky como “agua de vida”.
1494
En ese momento, la destilación de whisky en Escocia estaba en marcha, como lo demuestra un registro en el Exchequer Rolls de 1494 donde el rey James IV de Escocia otorgó una gran cantidad de malta a Fray John Cor, por orden del rey, para hacer aqua vitae.
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1536-1541
La producción de whisky pasó al público en general, después de que el rey Enrique VIII de Inglaterra disolviera los monasterios, independizando a un gran número de monjes y buscando nuevas formas de ganarse la vida. La destilación era todo.
1600 en adelante
A medida que los colonos europeos comenzaron a llegar a América, trajeron consigo la práctica de destilar whisky. Muchos inmigrantes escoceses e irlandeses se establecieron en sus nuevos territorios y finalmente comenzaron a destilar sus nuevos tipos de granos y puré.
La primera destilería de wisky con la licencia más antigua del mundo
1608
La destilería Old Bushmills tiene licencia en Irlanda del Norte y hoy en día ostenta el título de destilería de whisky con licencia más antigua del mundo.
Como líderes de larga data en el whisky irlandés, con la cartera de single malt irlandés más premiada, la reputación de Bushmills tanto por su calidad como por su añejamiento no tiene paralelo.
A los irlandeses les encanta el whisky. Es la bebida que beben para brindar por un nacimiento, una muerte, un aniversario especial o simplemente cuando necesitan un tónico después de un susto.
El whisky irlandés es famoso en todo el mundo. Tiene más de 400 años de historia y herencia a sus espaldas, para convertirse en una bebida de clase mundial buscada por los conocedores del whisky.
La licencia se concedió por primera vez para hacer whisky en el condado de Antrim en 1608. Pero la destilería Bushmills no se hizo oficial hasta 1784. Hugh Anderson registró la destilería en ese momento y Pot Still se convirtió en la marca registrada. Todavía se usa hoy para denotar calidad y distinción.
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Un whisky que sobrevivió a las adversidades
Bushmills cayó presa del aumento de los impuestos en la década de 1850 cuando se incrementó el impuesto sobre los cereales.
La cebada malteada es un componente esencial de este whisky, y cuando el aumento de los impuestos golpeó a la cebada y provocó que muchas destilerías cambiaran su receta, la destilería se mantuvo firme y pagó el aumento para mantener la consistencia.
Eso valió la pena porque a medida que avanzaban los años 1800 y 1900, Bushmills se convirtió en un whisky galardonado, incluida la única medalla de oro para whisky en París en 1889.
Cuando terminó la prohibición en 1933, este hecho hizo muy feliz al comerciante de Belfast, Samuel Wilson. ¡Había comprado la destilería diez años antes y tenía fe en que se levantaría la prohibición en Estados Unidos y su whisky se vendería como pan caliente! Lo cual hizo.
La Segunda Guerra Mundial detuvo la producción de Bushmills y un atentado con bomba en las oficinas de Dublín destruyó todos los archivos de la empresa.
Pero cuando terminó la guerra y comenzaron los años de auge, la producción se reanudó y el whisky demostró ser tan popular como siempre. La demanda en Estados Unidos aumentó sustancialmente.
Bushmills celebró 400 años de producción en 2008. Una gran ocasión en la que el Banco de Irlanda imprimió imágenes de la destilería en sus billetes.