A la hora de elaborar o utilizar alguna salsa, es crucial conocer las diferencias que las hacen únicas. De esta manera, al querer añadirla a algún platillo, sabrás cuál es el complemento ideal para esa salsa en particular. Por eso, hoy te presentamos las diferencias entre la bechamel y una salsa blanca. Así podrás saber cómo complementar cada salsa y crear un platillo único en sabores y, sobre todo, delicioso.
Por Mariana Frias
La bechamel, es una de las salsas madre de la cocina clásica francesa. Es una salsa espesa y cremosa que se elabora a partir de una mezcla de roux y leche. Es una base versátil que se utiliza en una variedad de platos y preparaciones, desde lasañas hasta croquetas, gratinados y sopas cremosas. También se puede utilizar como salsa para acompañar carnes, pescados y verduras.
Podría interesarte, desde Cocina Vital: Aprende cómo hacer deliciosa salsa de bechamel.
La salsa blanca es una preparación similar a la salsa bechamel, pero con algunas diferencias que la hacen única. Aunque algunos consideran que la salsa blanca y la salsa bechamel son lo mismo, existen pequeñas variaciones en su elaboración y en los ingredientes utilizados.
Es decir, radica en la forma de elaboración. Mientras que la salsa Bechamel se prepara con una roux. La salsa Blanca se elabora con una mezcla de leche y harina, sin utilizar mantequilla. Se utiliza principalmente como acompañamiento para pastas, arroces, vegetales y carnes.
Bechamel vs Salsa blanca
En términos culinarios, el uso de los términos para ambas salsas puede variar según la región y la tradición culinaria. Sin embargo, en general, ambos términos se utilizan comúnmente para describir una salsa madre de la cocina clásica francesa. A pesar de sus similitudes tiene diferencias lo que las hace distintas una de la otra.
Podría interesarte: Bechamel: una de las salsas madres de la cocina francesa.
La bechamel proviene de la cocina francesa y se utiliza comúnmente para describir la salsa base hecha con roux y leche. En cambio, el término ‘salsa blanca’ en algunos lugares, especialmente en América Latina y España, puede ser utilizado de manera más genérica para describir una salsa cremosa de color blanco, y no necesariamente se asocia directamente con la receta clásica francesa.
En cuanto a los ingredientes y la preparación, la bechamel, como mencionamos anteriormente, se elabora típicamente con un roux hecho de mantequilla y harina, al que se le agrega leche para crear una salsa espesa y cremosa. Por otro lado, la salsa blanca está hecha de harina y leche, pero sin mantequilla, y no necesariamente sigue la técnica específica del roux. La bechamel tiene un sabor más suave y delicado, mientras que la salsa blanca puede tener un sabor más neutro.
Podría interesarte, desde Mujer de 10: Salsas espectaculares que le darán un plus a tu comida.
Aunque en muchos casos los términos bechamel y salsa blanca se utilizan indistintamente, especialmente en recetas cotidianas, es importante tener en cuenta que la bechamel tiene una definición más específica en la cocina clásica francesa y puede considerarse una variante dentro del término más general salsa blanca.