Como ocurre en algunos casos, la historia de Dale Pinnock con la cocina comenzó a edad temprana. En su caso, el detonante para involucrarse con las propiedades de cada alimento, fue el acné que padecía desde los 10 años. La mamá de uno de sus amigos le obsequió un libro de nutrición y le dio un sabio consejo:
A menos que cambies lo que ocurre en el interior, nada cambiará en el exterior
Dale leyó el libro por completo y se hizo consciente de todo lo que consumía día a día. Comenzó a informarse más al respecto y probaba distintas dietas de Raw Food y variantes saludables que le iban proporcionando beneficios notorios, hasta que decidió estudiar nutrición y quedó maravillado con los alimentos fotoquímicos, con aplicaciones farmacológicas y psicológicas.
Después de trabajar en ámbitos de salud y nutrición, a Dale se le presentó la oportunidad de compartir sus conocimientos en radio y televisión, así como con libros donde su creatividad gastronómica y conocimientos en nutrición, se ven complementados. Fue así como lanzó distintos títulos especializados en el corazón, la digestión, diabetes y ansiedad, seguidor del éxito de “El chef medicinal” cuyo recibimiento ha hecho posible la edición de un segundo tomo: “El chef medicinal 2, Recetas saludables para cada día” que se acompaña de forma ideal con las fotografías de Martin Poole, ambos editados por Grupo Planeta.
“El chef medicinal 2” está pensado en atender las necesidades de cada lector; ya sea que desee mejorar sus huesos y articulaciones, el sistema respiratorio, salud mental o piel, hay recetas específicas para comenzar el día, por si salimos de casa con prisa, para disfrutar el fin de semana y garantizar un descanso que devuelva el alma. Además, se contempla la parte científica donde se asientan los hallazgos sobre vitaminas, minerales y grasas en nuestra comida.
Dale tiene la certeza de que una buena alimentación es la alternativa a usar medicamentos cuando nuestro cuerpo los necesita. En definitiva, este libro es una guía fabulosa para aprender a tener mejores hábitos en nuestra vida cotidiana, sabiendo perfectamente las aportaciones que cada elemento que llevamos a nuestra boca nos brinda, para tener mejor calidad de vida.
Por Ingrid Cubas
@ingrid_cb
