Tailandia es un país que se antoja tropical y colorido. Cuando aún no existía internet su existencia llegaba a otros continentes en forma de postales que resaltaban lo azul de sus playas y la opulencia de sus palacios. El cine también alimentó esta imagen de Tailandia y nos permitió ir a sus calles, a sus mercados, donde pudimos saborear platillos elaborados con destreza en un wok humeante o empacados en vaporeras de bambú.
Casi 36 años han pasado desde que el Bangkok, el primer restaurante de comida tailandesa en la Ciudad de México, abrió sus puertas en Plaza Galería de las Estrellas. Las opciones se han diversificado y la gastronomía thai en esta urbe se ha estilizado.
Una de las principales responsables de esto es Somsri Raksamran, al frente de Galanga Thai Food y Kiin Thai-Viet Eatery.“Ana”, como le conocen también, se ganó el cariño de los chilangos. Su comida colorida, aromática y llena de contrastes es difícil de ignorar.
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Con el cierre de restaurantes acaecido en 2020 por las razones que ya todos conocemos Somsri y su esposo Eleazar, la otra mitad del proyecto restaurantero, viraron hacia un concepto que no ha hecho sino sacarnos sonrisas.
Un pin-tó tailandés es un recipiente para guardar comida y llevársela. Y eso es precisamente lo que Somsri y Eleazar han creado pero con su toque.
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Las cajas de Pin-tó Thai son coloridas, llenas de flores, símbolos y stickers. Por dentro la comida no es menos sobria: Ana tiene un talento especial para crear combinaciones que divierten y entretienen el ojo del comensal que está a punto de comerse ya sea una zanahoria cortada de forma curiosa o unos rollos de vegetales donde el verde, el amarillo y el morado juegan con pequeños brotes de alguna planta.
Foto: Pintó
Currys, fideos cocinados como pad-thai, sabores dulces, picantes, cítricos y especiados conviven en estas cajitas llenas de alegría. Uno no puede mantenerse indiferente ante la comida tailandesa de Pin-tó, porque en cada bocado encuentras sensaciones estimulantes, ya sea en un empanizado, en un frito o en un elemento fresco.
El postre estrella de Galanga, por supuesto, no puede faltar en el menú de Pin-tó y aquí puedes ordenar una caja que al quitarle la fajilla de flores tropicales te mostrará un arroz de tonalidades pasteles acompañado de un mango amarillo cortado en forma de flor, el cual deberás bañar con la leche dulce de coco que acompaña.
Foto: pintó
Ojo: el menú de Pin-tó es más asequible que el de sus restaurantes hermanos.
- Pedidos: Rappi o 55 59 20 47 20
- Cuenta promedio: $300 – $500
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