De clima cálido y tardes soleadas las grosellas son bayas hermosas y vistosas que se cosechan principalmente en Italia, Holanda y Bélgica. Su origen se remonta a los campos de las principales islas del pacífico, Asia y gran parte de Europa.
Temporada
Son muy valoradas por su extrema belleza, su intenso color rojo y las perfectas formas de sus racimos que llegan a tener entre 10 y 12 bayas. Su cosecha se da dos veces al año: la primera en los meses de abril y mayo; durante estas fechas las bayas tienen sabores intensos, alta acidez y un dulzor medio.
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La segunda temporada va de agosto a septiembre, aquí la producción es más importante ya que muchas de estas bayas se utilizan durante las fechas decembrinas. Las grosellas que se cosechan en estas fechas son más dulces y tienden a bajar en acidez. Su color se torna más intenso y la maduración es más lenta.
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Tipos de grosellas
Existen tres tipos: las rojas, las blancas y las negras. Todas se dan del árbol grosellero que es un arbusto que se propaga por semilla o injerto.
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Grosellas rojas
Este tipo de grosellas se pueden llegar a dar de manera silvestre en las zonas del pacífico. Su sabor es ligeramente ácido con notas muy dulces en la segunda cosecha; se usa en postres, mermeladas y congeladas en la elaboración de repostería.
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Grosella negra
El sabor de esta grosella es muy distinto a la roja, tiene notas a flores blancas y mayor acidez. Se usa en conservas, postres, panadería, repostería y en ensaladas. Después de la cosecha este tipo de fruta tiene muy poca guarda; si se explotan los granos en los racimos, se puede llegar a desarrollar moho y bacterias que afecten el sabor de la fruta.
Grosella blanca
Es la menos común, su cosecha se hace en invernaderos ya que este tipo de baya necesita clima caluroso con sombra. Su sabor es muy ácido, tiene ligeras notas a té limón y flores blancas. Se usa casi siempre para decorar postres y pasteles debido a su alto costo en el mercado.
