El festival planeado para consolidar la escena gastronómica del noroeste del país, se llevó a cabo con gran éxito. Aunque ésta es su primera edición, la organización y el poder de convocatoria superaron las expectativas. Las conferencias magistrales, las mesas de diálogo, los concursos, las cenas y los diversos eventos simultáneos estuvieron abarrotados.
Contó con la participación de 14 chefs mexicanos y extranjeros, además de expertos en la materia, entre los que se encuentran: Tony Botella y Xano Saguer (Barcelona, España), Chad White, San Diego, California; Dante Ferrero, La Patagonia, Argentina; Diego Panesso, Pereira, Colombia; Elina Benitez, Los Mochis, Sinaloa; Antonio de Livier, Mexicali, BC; Roberto Ruiz, México, DF; Gerardo Rivera, México, DF; Eduardo Wichtendahl, Acapulco, Guerrero; Javier Plascencia, Tijuana BC; y Marino Maganda, Copala, Guerrero, sólo por mencionar algunos.
Parte fundamental de este festival es promover y difundir los productos locales, ya que el estado es líder en el sector pesquero y agropecuario a nivel nacional. Por ello, los chefs invitados realizaron la mayoría de sus creaciones utilizando estos ingredientes, que además son de muy alta calidad, destacando el atún, el camarón, el maíz, el tomate, el chile, el frijol y la papa.
Como parte de la inauguración, se realizó un muestra gastronómica en la histórica Plazuela Machado, donde se presentaron los platillos más representativos de la cocina sinaloense: el guacabaqui o también llamado frijol con hueso, los tamales barbones elaborados con camarón, el pescado zarandeado, los mochomos, la lengua entomatada y las codornices, entre otros. Con esto se demostró que la cocina del sitio es mucho más que pescados y mariscos.
En esta ceremonia se entregaron los premios de la semifinal del Cocinero del Año Zona Noroeste. El ganador fue el chef Raúl Soto Domínguez, originario de los Mochis, Sinaloa, quien preparó como entrada un jamón de atún a la mexicana; de plato fuerte, un camarón enchiloso con tamal de elote; y de postre, un suave de amaranto, obteniendo así su pase a la gran final, que se realizará en junio del 2016 en Expo Alimentaria México.
La oferta culinaria en Mazatlán cada vez es mayor, debido a la apuesta de cocineros como Marino Maganda, quien para la clausura del festival realizó una cena en el restaurante Casa 46, un espacio elegante que abrió sus puertas al público hace algunos días y donde se ofrece una cocina local con algunos toques veracruzanos, resultado del origen y las influencias del chef.
Gracias a los festivales gastronómicos y culturales como Raíces Culinarias, el panorama turístico de Mazatlán se fortalece tanto en México como en el mundo y logra generar una gran derrama económica, además de crear una imagen positiva hacia la entidad. Los principales asistentes fueron empresarios restauranteros de diferentes partes del país, así como estudiantes de gastronomía de diversas universidades.
Ya se cocinan otras ediciones en otras regiones de la entidad para seguir impulsando a Sinaloa como un destino que lo tiene todo.
Por Ulises García
@ulisesgarcia_