¿Puede un pescado ser al mismo tiempo elegante, sustentable y 100% mexicano? Con la totoaba, la respuesta es sí. Este pez originario del Golfo de California se ha convertido en uno de los ingredientes más interesantes del fine dining nacional, no solo por su sabor delicado y textura firme, sino por la historia de regeneración que lo respalda.
Del mar a la cocina, con conciencia

Criada bajo estrictos estándares de acuacultura regenerativa, la totoaba es un ejemplo de cómo la innovación puede coexistir con la tradición. Su cultivo ayuda a proteger la especie en su entorno natural, mientras ofrece un producto de calidad premium a las cocinas más exigentes. El resultado es un pescado con un perfil único: notas suaves, carne versátil y la capacidad de brillar en platos sencillos o de alta complejidad.
El terroir del Mar de Cortés
Como ocurre con los grandes vinos, la totoaba refleja el carácter de su origen: las aguas profundas y cristalinas del Mar de Cortés, ricas en nutrientes, le otorgan un sabor limpio y elegante que la hace ideal para la gastronomía contemporánea.

¿Cómo disfrutarla?
Perfecta para preparaciones a la plancha, en confit o al horno, la totoaba es un lienzo para la creatividad culinaria. Marida de forma excepcional con vinos blancos minerales, espumosos brut o incluso mezcales suaves. En crudo, su carne firme realza ceviches y tiraditos, mientras que en recetas calientes aporta profundidad y textura.
En esta temporada de celebrar a México, celebra también los ingredientes que lo hacen único. La totoaba no solo es un “nuevo clásico” en la cocina de mar, es un recordatorio de que lo sustentable también puede ser exquisito.
¿Quieres una idea? Checa esta receta de Trompitos de totoaba al pastor (link a nota cocina vital)
