Consejos para hacer nuggets en casa sin complicaciones

Los nuggets son un clásico sin importar la edad. Tanto niños como adultos, pueden disfrutar de estas pequeñas piezas crujientes llenas de sabor. Aunque es fácil encontrarlos listos para comer o únicamente para recalentar en casa; la realidad es que prepararlos desde cero es posible. En esta guía completa, te revelaremos todos los secretos para hacer nuggets perfectos; desde la elección de los ingredientes hasta los trucos para lograr un empanizado crujiente y dorado.

Por: Desiree Perea

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Funcionan perfecto para el almuerzo, una cena ligera o como botana para recibir a tus invitados. Su tamaño los hace perfectos para disfrutar por sí solos, acompañados de papas a la francesa o ensalada. Así, los nuggets se han convertido en un viejo conocido dentro de la comida rápida. Lo ideal, es que las piezas estén crujientes, pero que no sean difíciles de masticar. Mientras que en el interior, deben mantener un buen nivel de humedad; debe lograrse a través de la carne, más no por el aceite.

Hacer nuggets en casa es una solución rápida para servir comida. — Nuggets de pollo con aderezo. Foto de Pexels.

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Una buena orden de nuggets, no está completa sin su diversa selección de aderezos. Por excelencia, no puede faltar kétchup, mostaza y en algunos casos mayonesas. Versiones más actuales, lo acompañan con queso cheddar fundido, salsa bbq o aderezo ranch. Si tu antojo es mucho, lo común es recurrir a las opciones comerciales, pero no es una única forma. Preparar nuggets en casa no es nada del otro mundo.

De hecho, hacerlos no tiene por qué ser complicado. Con los ingredientes adecuados, un buen empanizado y el método de cocción correcto, puedes disfrutar de nuggets crujientes y llenas de sabor en casa. Ya sea fritos, al horno o en la airfryer, estos consejos pueden guiarte para obtener resultados perfectos.

1. Los nuggets clásicos de hacen con pollo

Elegir un buen protagonista es uno de los pasos más importantes dentro de este proceso. El pollo, es pos excelencia la proteína animal más popular para esta receta. Lo ideal es elegir la pechuga; es una parte magra que permite elaborar una mezcla compacta. Si buscas unos nuggets más jugosos, puedes mezclar un poco de muslo. Además, a esta elección puedes sumar el marinar el pollo durante la noche. Esto también tendrá efecto en el sabor.

2. Un buen empanizado es clave

Un buen empanizado debe ser crujiente, dorado y adherirse perfectamente al pollo. La harina proporciona una base para que el huevo y el pan rallado se adhieran al pollo. Puedes utilizar harina de trigo común o harina de maíz para un toque extra de crujiente. El huevo actúa como un pegamento, ayudando a que el pan rallado se adhiera al pollo. Finalmente, pero no menos importante, el pan molido termina con el proceso para lograr un empanizado crujiente. Una vez que el pollo está triturado, forma pequeñas piezas circulares; deben tener un grosor medio. Para evitar que la mezcla se pegue a las manos, humedécelas con agua o aceite antes de darles forma. Primero deben sumergirse en harina, después en el huevo y al final en el pan molido.

3. Asegura buen sabor en cada pieza

Los nuggets caseros te permiten experimentar con diferentes sabores y especias. Al pollo crudo, puedes añadirle únicamente ajo en polvo y sal. Al estar tratando con pollo y huevo crudo, no es posible probar para ajustar el sabor. Pero para un toque extra de sabor, es posible añadir especias como pimentón, ajo en polvo o cebolla en polvo al pan rallado. Al final, si el punto de sal está bajo, puedes espolvorear un poco al momento que salen de la fritura profunda o cuando aun están calientes, esto ayudará a adherir los diminutos granos de sal.

4. ¿Cómo elegir el mejor método de cocción?

Finalmente, la amplia oferta de métodos de cocción que se pueden lograr en casa, permiten servir unos nuggets perfectamente crujientes. La elección más popular es la fritura profunda; debe hacerse en una olla o sartén alto, para que las piezas floten. Debe asegurarse una temperatura de 180 ºC, así evitas que los nuggets se llenen de aceite y queden crudos. Para una versión más saludable, pueden hornearse a 200°C por 20-25 minutos, volteándolos a la mitad del tiempo para un dorado uniforme. Un método más contemporáneo se logra a través de una airfryer. Puede añadir una capa ligera de aceite en spray, y cocinarlos a 200°C por 10-12 minutos, volteándolos a la mitad del tiempo.