Un restaurante especializado en postres y otro en desayunos. Checa estos imperdibles para tu próximo viaje a San Diego, Estados Unidos.
La ciudad fronteriza busca conceptos interesantes que definan su identidad gastronómica. Como los siguientes restaurantes:
ASIÁTICO FUTURISTA
Muy cerca de Seaport Village y el Museo de Arte Moderno, el chef Brian Malarkley nos espera con un menú ecléctico de elementos asiáticos y la cocina del mar local en un ambiente casual e inmersos en una decoración art decó. De los platos imperdibles están los dumplings rellenos de escargots sobre un carpaccio de Wagyu, el huachinango frito con espejo de ají amarillo y la sopa seca de noodles con hongos shitake y bok choy. Vale la pena darse una vuelta por Seaport Village después de comer o cenar en este lugar.
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DE LA VISTA NACE EL ANTOJO
Karen Krasne creó un “bufette” de postres de temporada, así como una gran selección de tés. Los pasteles son emplatados al momento, siempre con algún detalle floral. De los favoritos están el pastel de zanahoria,
la crostata de manzana y el budín con merengue. Aunque su fuerte sea lo dulce, también puedes disfrutar de un sándwich, una ensalada o sopa de jitomate antes de pedir tu suculenta rebanada. Ideal después de visitar Balboa Park.
BRUNCH Y GALERÍA
Sí, aquí hay mantequilla; sí, también vino y sí, hay foie gras. Este lugar es el gran ejemplo de una cocina francesa moderna con cero petulancia y protocolo. Vale la pena ir en fin de semana y disfrutar del brunch, o bien compartir entre semana un plato de ostras y vino californiano. Si te convence visitar este lugar, reserva con una semana de anticipación para que no te quedes con las ganas.
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EL VEGANO GÓTICO
Detrás de la puerta, hay un infierno rosa del que no vas a querer salir. Se trata de un bar en el que puedes comer algo ligero y vegetariano. Su menú es tan bueno que no extrañarás la proteína animal. La coctelería es sencilla, aquí la regla es la de “menos es más”. Prueba su drink preparado con leche de castañas, coco, especias y lima para acompañar el biscuit de tofu con hongos, alioli y jitomate.
COMFORT FOOD
Al entrar, la música vintage te abraza mientras sientes un flashback a los setenta y ochenta, porque aunque
no seas de esa época, Morning Glory es un sitio que evoca nostalgia por su ambientación retro en tonos pastel, detalles metálicos, además de utensilios que bien podrían estar en casa de la abuela. Prueba el arroz frito con huevo estrellado, los clásicos chicken waffles y el pancake alemán con un toque de limón. El chai es muy recomendable, al igual que sus mocktails de temporada.