El histórico pueblo de Berchtesgaden, ubicado al sur de Alemania, en la región de Baviera, es un pueblo encantador con arquitectura rococó. Se ubica en una región de espectacular belleza natural: montañas majestuosas, lagos cristalinos y naturaleza virgen.
Por Deby Beard.
Uno de los lugares más bellos de Baviera es el Königssee de color verde esmeralda. También hay un lago rodeado de empinadas laderas boscosas y los acantilados rocosos de la cordillera de Watzmann. En su orilla, las cúpulas rojas de la pequeña iglesia de peregrinación de San Bartolomé se reflejan en sus aguas cristalinas.
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Un hotel de Baviera en medio de la naturaleza
Situado en esta zona de impresionante belleza natural, el hotel Kempinski Berchtesgaden existe en otro mundo. Ahí es donde el tiempo se detiene y nos incita a ponernos en contacto con la hermosa naturaleza que nos rodea. Un espacio de relajación, exploración y aventura, este lugar es la combinación única de lujo absoluto, estilo bávaro moderno. Además de excelencia culinaria y actividades recreativas que nos permiten formar parte del envidiable estilo de vida alpino de la región.
Su spa es un ícono en Alemania, donde una ventana de vidrio conecta la alberca interna con la externa, sumergiéndonos en un paisaje de fantasía. Aquí también podemos disfrutar de una sauna finlandesa y Tepidarium sauna termal y baño de vapor. También salón de meditación con tumbonas de agua y cabina de infrarrojos Physiotherm.
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Un menú de temporada
En el restaurante Bergstuberl de Kempinski Berchtesgaden el menú cambia dependiendo de las temporadas. En invierno podemos disfrutar una fondue tradicional y en verano de una cena ‘a la piedra caliente’, todo en un ambiente rústico típico de los Alpes.
El menú de verano que tuve el placer de conocer consta de una ensalada campesina de montaña como entrada. Seguida de una piedra caliente con carnes a elegir, pescado fresco, verduras de temporada, guarniciones y salsas y dips caseros. A mi gusto freí en la piedra caliente de 300 grados todos los sabrosos ingredientes: una selección de carnes y pescados y verduras de temporada con guarniciones, salsas y dips caseros.
Durante mi mágica estancia tuve el placer de disfrutar de creaciones culinarias elaboradas con productos regionales en el restaurante Johann Grill. El concepto gastronómico del restaurante gira en torno al ambiente que nos rodea; fue nombrado en honor a Johann Grill, el primer alpinista en escalar la cara este de la montaña Watzmann y así demostrar un rendimiento alpino superior.
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Haciendo comunión con la naturaleza, la cocina se ha especializado en combinar tradición con ingredientes locales, como en la creación del quiche de puerros con crema agria de ajos silvestres y el carpaccio de carne con pesto de ajo silvestre, gel de chile tomate y verduras de primavera en escabeche.
También podemos aquí disfrutar de manjares como la trucha bávara frita “estilo bratherring”, el “Wiener Schnitzel” frito en mantequilla clarificada y el filete de ternera de la región de Salzburgo con espárragos bávaros. Deleites culinarios en un entorno simplemente mágico – cada momento en Berchtesgaden es una aventura sensorial. Las montañas que nos rodean se pintan rojizas al atardecer y llenan mis pulmones del fresco aire Alpino, completamente seducida por un destino y un hotel sin igual.
