¿Te imaginas cómo es un hotel alemán donde la realeza prefería ir a pasar sus vacaciones? Aquí te contamos la historia de este lugar único.
Por Melanie Beard.
La capital financiera de Europa, una metrópolis moderna y a la vez un portal a la historia de Alemania. Frankfurt es una ciudad con varias caras y facetas, cada una más fascinante que la anterior. Frankfurt fue una ciudad-estado, la Ciudad Libre de Frankfurt, durante casi cinco siglos. Y fue una de las ciudades más importantes del Sacro Imperio Romano Germánico, el destino preferido para coronaciones imperiales.
Hoy en día la rica cultura y el encanto contemporáneo de Frankfurt nos incitan a perdernos en sus majestuosas calles. También a enamorarnos de las obras literarias de sus reconocidos autores y descubrir la belleza natural que la rodea.
Un hotel alemán para la realeza
A las afueras de la ciudad, a la vez lejos del ajetreo y cerca del seductor ambiente de Frankfurt, se encuentra una mansión de encanto único. El Caballero Sebastian von Heusenstamm construyó el ‘Gravenbrucher Hof’ en 1590. El cual fue ampliado en época barroca, siguiendo la moda de la época, con un pabellón de caza en 1720.
Además, esta preciosa mansión se convirtió en un popular destino de escapada para la nobleza de Frankfurt a principios de siglo. Después, fue creciendo de manera natural; se le añadieron habitaciones, salones de baile y se creó una típica ‘beer garden’. Se trata de una cervecería al aire libre bajo los árboles centenarios del parque.
Más de doscientos años después de la creación de Gravenbrucher, esta joya histórica se convirtió en un hotel del grupo Kempinski. El cual tomó extensas medidas de renovación y expansión para crear un espacio de lujo desmesurado. El escudo de armas sobre la puerta del actual patio interior nos da la bienvenida, remontándonos a una época de realeza, Caballeros y bailes de salón.
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Cocina alemana e internacional
Presentando la cultura local en cada platillo, el restaurante EssTisch es donde el chef del hotel y su equipo sirven deliciosos platos internacionales y lo mejor de la región; la mayoría de los ingredientes provienen de fuentes cercanas. Combinando esta filosofía de ‘farm-to-table’ de la región de Hesse con el ambiente elegante de Frankfurt, este edén culinario rescata el estilo de vida del campo de antaño de Alemania con un toque moderno.
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Escape urbano para relajarte
En primer lugar, un escape urbano, es en Kempinski Hotel Frankfurt Gravenbruch donde nos volvemos parte de una manera de vivir sin apuros y sin preocupaciones. Pasando horas relajadas frente a las bellas chimeneas del K-Lounge, disfrutando de un aromático puro en el Smokers Lounge, o dejándonos apapachar por el Country Club Spa; aquí cada día es una oportunidad para sumergirnos en mundos de hedonismo.
También, este hermoso Spa, reconocido internacionalmente, nos seduce con tratamientos clásicos como el masaje Sueco y el masaje ‘puntos de presión’, y con creaciones originales y exquisitas como la ‘liberación de fascia’. Este tratamiento fue desarrollado sobre la base de los hallazgos de las ciencias modernas del deporte y la kinesiología; con técnicas específicas estimula la actividad linfática y se liberan tensiones y bloqueos en músculos y tejidos.
Además, Kempinski Hotel Frankfurt Gravenbruch era hace décadas el escape favorito de la realeza y hoy en día es uno de los destinos más codiciados para los viajeros conocedores. A unos minutos de Frankfurt, este hotel alemán es también el portal ideal para descubrir esta hermosa ciudad y sus alrededores, donde nos encontramos con castillos, pintorescos pueblos históricos y belleza natural deslumbrante.
