Jordania es un país cuya riqueza histórica y cultural está entremezclada exquisitamente con belleza natural, uno de sus atractivos es el mar Muerto.
Por Deby Beard.
Todavía ajeno a las hordas de turistas, nos enamora con sus sitios turísticos únicos. Desde las majestuosas formaciones rocosas del desierto de Wadi Rum hasta las icónicas ruinas de la antigua ciudad de Petra. En Jordania nos encontramos con una intrigante colección de maravillas cuya autenticidad y alma nos atrae y se plasma en nuestra memoria.
La leyenda del mar Muerto
Es en este intrigante país que nos encontramos con el SPA más antiguo del mundo – el mar Muerto.
Cuenta la leyenda que Cleopatra usó las propiedades curativas del mar Muerto como parte de su régimen de belleza. Además, Herodes el Grande, cuyo reinado histórico duro desde el 37 a. C. hasta el 4 a. C., abrió uno de los primeros Spas del mundo justo a orillas del mar Muerto, hace más de dos mil años.
El mar Muerto es un lago salado ubicado en el desierto de Judea entre Israel y Jordania. Con su origen que data de hace unos cuatro millones de años, es uno de los cuerpos de agua más salados de la tierra y es el punto más bajo de la tierra. Su clima árido desértico presenta cielos soleados durante todo el año, temperaturas relativamente altas y poca precipitación.
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Un hotel rodeado por el mar Muerto
El galardonado Kempinski Hotel Ishtar Dead Sea se encuentra elegantemente a orillas del spa natural más antiguo del mundo, el mar Muerto, en medio de jardines salpicados de lagunas, cascadas y piscinas privadas. Un paraíso de gastronomía y bienestar, aquí olivos centenarios se mezclan con palmeras, diseñado en afectuoso homenaje a los Jardines Colgantes de Babilonia.
Su restaurante Rehan, de cocina libanesa, es un renacimiento de la antigua Mesopotamia. Aquí, nos encontramos con una experiencia rodeada de rica historia y cultura. Una mezcla de sofisticación culinaria libanesa, bellamente conspirada con la epopeya de Gilgamesh en la elegante decoración de Rehan, revela una odisea babilónica y una experiencia gastronómica contemporánea como ninguna otra.
Entradas exquisitas como Kubbeh frito con yogurt de ajo y nueces, el clásico arroz oriental Ouzi Bel con cordero y pepino, y mi favorito, el muhamarra de pimientos y chiles, son el comienzo de una aventura sensorial. También nos encontramos con exóticos platillos como el Shoshbarak, un tipo de tortellini con carne y coriander, el Jawaneh, que consiste de alas de pollo tostadas al carbón, y los camarones Osmalieh, empanizados con masa ‘kunaffa’ y salsa de granada.
Este edén gastronómico es un portal sensorial que nos sumerge en la historia de la cocina Libanesa, una de las más antiguas del mundo.
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Betania, una reliquia arqueológica
A las orillas del Mar Muerto nos encontramos con un sitio arqueológico de gran importancia: Betania al otro lado del Jordán. Se cree que el lugar del bautismo de Jesús está en los manantiales de Wadi al-Kharrar, que desemboca en el Jordán y a está a un corta distancia del Mar Muerto y sus aguas curativas. Cuenta con restos romanos y bizantinos que incluyen iglesias y capillas, un monasterio, cuevas que han sido utilizadas por ermitaños y estanques en los que se celebraban bautismos, lo que da testimonio del carácter religioso del lugar.
En esta zona nos encontramos también con el Monte Nebo, desde la cima del cual se extiende el panorama hacía Israel. El monte Nebo es significativo debido a su papel en el Antiguo Testamento. La Biblia dice que el Monte Nebo fue donde Moisés vivió sus últimos días y vio la Tierra Prometida, a la que nunca entraría. Se dice que el cuerpo de Moisés puede estar enterrado aquí, aunque eso aún no se ha probado.
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Cada instante de mi espectacular estancia en este hermoso país fue uno de descubrimiento y placer gracias a la profesionalidad, amabilidad y el ‘savoir-faire’ de esta increíble agencia de viajes.
