En esta ciudad la cocina urbana se mueve sobre ruedas y sus seguidores están dispuestos a hacer largas filas para probar las especilidades.
Pasé un par de días cocinando con amigos en Los Angeles, California, en un restaurante ubicado en el West Hollywood. Durante mi estancia en dicha ciudad, como de costumbre, me invadió la curiosidad por probar comida callejera así que investigué cuáles son los lugares preferidos de la gente local. La primera sorpresa que me llevé es que por ley no hay puestos “garnacheros” , por lo que no existe una gastronomía urbana como en muchos otros lugares del mundo.
Por: Chef Alan Sanz
En esta ciudad el equivalente a la comida callejera de otros sitios, son los foodtrucks, camiones de comida que proponen menús exóticos con ingredientes exquisitos. Se puede decir que han tropicalizado y personalizado cada una de sus propuestas culinarias; y existen fans dispuestos a hacer largas filas para degustar sus especialidades.
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Aquí la industria de la comida callejera se mueve sobre ruedas y con la ausencia de una tradición gastronómica bien definida, vuelven a esta parte de California uno de los lugares idóneos para experimentar y proponer. Estos camiones son sin duda un reflejo de que cocinar con pasión, dedicación y creatividad, se vuelve un camino en el cual logran estar a la par de restaurantes prestigiosos.
El conductor de mi Taxi me comentó que los mejores lugares de comida sobre ruedas los identificaría rápidamente por que estarían rodeados de taxistas ya que son quienes conocen la ciudad como la palma de su mano y que saben en donde se come bien, así que me di a la tarea de ir tras de estos foodtrucks y fue una grata sorpresa la que me llevé al encontrar cocina Mexicana, Indú, Italina, japonesa, griega y una lista interminable de propuestas muy innovadoras.
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Uno de mis favoritos fue The Beignet Truck que es como llevar un pedacito de Nueva Orleans a L.A, con los exquisitos Beignets fritos con azúcar glass y café herbal.
Otra propuesta que me agradó bastante, fue la de Mad Pambazos, una innovadora forma de presentar un pambazo, sí, el antojo callejero de la CDMX, transformado en un pan pasado por la clásica salsa de guajillo y relleno de diversas proteínas con cocciones muy interesantes y arriesgadas. No te vayas sin probar la combinación de lomo de cordero marinado en chiles, quesillo, chiles encurtidos, col morada, crema y queso añejo.
De esta forma dejo satisfecha una vez más mi curiosidad por la cocina urbana del lugar en el que me encuentro, sin duda alguna, volveré pronto para seguir en busca de más propuestas culinarias.