La tarta Sacher es un postre de chocolate y mermelada de melocotón. Su historia surge a partir de una coincidencia que le tocó a un aprendiz de cocinero.
Lo esponjoso del bizcocho, el sabor acidito de mermelada de cereza o melocotón y la untuosidad del glaseado sabor chocolate, describen a la perfección a la tarta Sacher. Pero eso no es todo, este postre tiene una historia muy particular que, aunque no lo creas, deriva de un accidente.
Por Pamela Trejo
Este postre es un ícono de la repostería internacional. Su historia data de 1832, cuando el príncipe y diplomático Klemens von Metternich decidió hacer una suntuosa fiesta para sus invitados. El postre para cerrar con broche de oro tenía que ser una exquisitez, así que pidió un invento dulce al chef encargado.
Por pura casualidad, éste no se encontraba en la cocina, así que le dejaron la encomienda a Franz Sacher, el aprendiz del chef. Con tan solo 16 años, este joven cocinero creó una tarta que sería reconocida hasta este siglo XXI.
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Después de 12 años de trabajar en dicha cocina, el joven cocinero se logró independizar en 1848 y abrió una tienda en Weihburg, en Viena. En la tienda se sigue preparando el pastel que se volvió icónico en su pequeño establecimiento delicatessen.
Con el paso del tiempo, tanto la tienda como la familia Sacher fue creciendo y nació Eduard Sacher, el hijo de Franz Sacher. Al tener la edad necesaria, él también se dedicó a la cocina y culminó su preparación en Demel (la famosa confitería vienesa), mejorando la receta de su padre.
En 1876 fundó el Hotel Sacher, donde comerció la tarta y registró el nombre de la misma como “La tarta original Sacher”.
Debido a que tanto en Demel, como el Hotel Sacher, venden este postre, muchos se preguntan quién realmente tiene la receta original. No obstante, fue hasta el año de 1963 (según la página de dw.com) que deciden llegar a un acuerdo: Demel se queda con el título de “la verdadera tarta Sacher” y el Hotel Sacher se queda con el titulo de “la original tarta Sacher”.
En la actualidad, este acuerdo sigue y las diferencias, aunque son pequeñas, han servido para que reine la paz en la guerra de los pasteles. El hotel en su tarta Sacher pone un sello circular elaborado de chocolate y Demel agrega este mismo sello, pero en forma triangular. Otra de las distinciones es que entre una y otra tarta hay diferencias entre la cantidad y acomodo de mermelada de melocotón.
Existen nuevas recetas para hacer este delicioso pastel: algunos agregan cerezas o durazno en vez de melocotón; sin embargo, de lo que estamos seguros (y para no meternos en problemas jurídicos) es que estas variantes no son ni la verdadera ni la original ni la última versión de tarta Sacher que probaremos.
¿Tú con cual te quedas?