El tesgüino y el tejuino son dos bebidas preshipánicas que aunque por nombre pueden tener el mismo significado, su elaboración y consumo varían.
El tesgüino y el tejuino forman parte también de nuestra cultura alimentaria, estas dos bebidas tienen orígenes ancestrales y aunque en nombre parecen ser casi el mismo brebaje, sus ingredientes y la forma de elaboración son diferentes.
Por Pamela Trejo.
Este líquido es una bebida fermentada que lleva años de tradición, su nombre viene del náhuatl tescuini que significa “latido del corazón”.
Se encuentra sobre todo en las comunidades indígenas de Chihuahua, Sonora y Durango. El tesgüino se consume principalmente con fines ceremoniales en una fusión entre la religión católica y una cosmovisión de ritualidades; los rarámuri se lo dedican al padre sol y a la madre luna para que los provea de lluvia para las cosechas. Esta bebida se sirve en cucharones de guaje y se van pasando entre hombres y mujeres.
Para elaborar esta bebida los granos de maíz se meten en costales y se ponen a remojar por varios días en un lugar obscuro, una vez que germinaron y los almidones se convirtieron en azúcares, se procede a moler de forma tradicional en metates hasta obtener una masa; a esta masa se le agrega agua y se lleva a ebullición en cazuelas grandes por varias horas; una vez que el líquido tiene una apariencia amarillenta, se le vierten raíces, hierbas y cortezas de árbol, estos ingredientes ayudan a que los microrganismos sigan incrementando. Como último paso toda esta mezcla se cuela y se lleva a unas ollas de barro por 24 horas para que se fermente la bebida; para hacer que sea alcohólica se le agrega el jugo de la caña y se deja fermentar por tres días.
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El Tejuino se elabora en Guadalajara y en gran parte de Jalisco, Nayarit, Colima y Michoacán. Esta bebida, a diferencia del tesgüino, es una bebida que se toma comúnmente, sobre todo en los días de calor.
La podemos encontrar en locales establecidos a lo largo de las calles, en las plazas de los parques o bien los tradicionales tejuineros que levan caritos móviles a lo largo de las colonias pronunciando la frase: “El tejuino ya llegó” en muchas de las ocasiones se puede decidir si quieres tu bebida acompañada de nieve de limón o no. La meta principal de esta bebida era refrescar a los agricultores durante su jornada laboral en el campo.
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La elaboración del tejuino es muy similar a la del tesgüino y como éste es una bebida mucho más común y para consumo cotidiano. Aquí te dejamos la receta, para que tú la puedas preparar en casa; eso sí, requiere de uno o dos días de elaboración para que no te vayas a desesperar.
800 gramos de masa de maíz nixtamalizada.
1 kilo de piloncillo.
Jugo de aproximadamente 6 limones.
Agua.
Hielos.
Sa de mar.