Y ahora, ¿qué hago con los alimentos de la ofrenda de muertos?
Cuando la magia del 1 y 2 de noviembre terminó, seguramente te has preguntado qué hacer con los alimentos de la ofrenda. Acá algunos tips.
La magia del Día de Muertos termina y, de acuerdo con nuestras tradiciones, las almas difuntas se van de los hogares para regresar el siguiente año. Es hora de quitar los adornos tenebrosos y guardar el disfraz. Seguramente te estás preguntando: “¿Qué hago con los alimentos de la ofrenda?” Acá te dejamos algunos tips para que nada se desperdicie. Toma nota.
Por Yulissa Arcos
Los mexicanos tenemos la teoría de que, después de que los espíritus difuntos nos visitan y se alimentan de la ofrenda, regresan a descansar. Entonces es momento de retirar todo. Hay quienes aseguran que la comida queda inservible y sin sabor. Pero, antes de que la lleves a la basura, checa estas recomendaciones.
Flores de cempasúchil
La flor de muerto o cempasúchil no puede faltar en la ofrenda. Pero cuando todo termina, generalmente, se deshecha. Si no hay una correcta separación residual, puede convertirse en un grave problema ambiental. Debes saber que la flor puede convertirse en un remedio herbolario contra enfermedades.
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Además, ayuda a controlar plagas y como fertilizante. Su color es gran pigmento textil y alimenticio. ¡No la tires! Faro Tláhuac, en Ciudad de México, recibirá tus flores del 3 al 20 de noviembre de 12 a 17 horas. El centro de acopio se encuentra en avenida La Turba, s/n, colonia Miguel Hidalgo, Alcaldía Tláhuac.
Empaquetados
Los alimentos de la ofrenda que puedes consumir sin problema son los empaquetados como dulces, galletas o productos que no fueron abiertos. Esto incluye bebidas alcohólicas y cigarros. Debes asegurarte que la fecha de caducidad no esté vencida.
Calaveritas
Las calaveritas de azúcar, chocolate y amaranto sí son comestibles. Puedes regalarlas a los miembros de tu familia; a los niños les encantan. Pero si quieres ahorrar para tu próxima ofrenda, emplaya las calaveritas de azúcar y guárdalas en un lugar fresco; se conservarán muy bien hasta el siguiente año.
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Guisos
Piensa dos veces en comer los guisados que pusiste, pues son los alimentos de la ofrenda que se encuentran en estado de descomposición. Además, es posible que ya tengan algo de polvo, y hasta cenizas de incienso. Lo mejor es deshacerse de ellos para evitar malos olores y enfermedades estomacales.
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Fruta
Es buena idea comer la fruta de la ofrenda, siempre y cuando no esté picada y mantenga sus propiedades. Asegúrate que no haya piezas podridas o demasiado mallugadas. Lávala muy bien y a disfrutar.
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Pan de muerto
Comer el pan de muerto depende de su estado y olor. Si se encuentra demasiado duro, lo mejor es que no lo consumas, pero si aún conserva su peculiar olor, y consideras que tiene buena textura, llévatelo a la boca.
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Recuerda que consumir los alimentos de la ofrenda depende de tus tradiciones. Para algunas culturas, como la maya y la zapoteca de Oaxaca, resulta una ofensa para los muertos. Pero, en la mayoría de los hogares mexicanos, los elementos de la ofrenda se reparten entre toda la familia.