Caymus, una vinícola familiar de Napa Valley con prácticas innovadoras
Ubicado en Rutherford, en el corazón de Napa Valley, California, Caymus es una vinícola 100% familiar que utiliza prácticas sustentables e innovadoras.
Ubicado en Rutherford, en el corazón de Napa Valley, California, Caymus es una vinícola 100% familiar. Fundada en 1971 por Charlie Wagner, su esposa Lorna Belle Glos Wagner y su hijo Chuck, la bodega se construyó entre las vides plantadas en el rancho Rutherford de la familia.
Caymus, una vinícola innovadora y sustentable
Su primera cosecha en 1972 produjo unas 240 cajas de vino. 40 años más tarde, Caymus cultiva uvas Cabernet en ocho de las 16 sub-denominaciones de Napa para garantizar la cosecha de la fruta del año y produce 65 mil cajas para la venta en todo el mundo.
La familia Wagner atribuye gran parte de su éxito a prácticas vitivinícolas innovadoras como el aclareo de cultivos, que permite que la luz solar medida llegue a los viñedos y frutos de la vid; y al “tiempo de reposo” en el que la fruta se deja en la vid durante un período inusualmente largo para desarrollar sabores y aromas.
Foto de Caymus.
El nombre “Caymus” proviene de la concesión de tierras mexicanas llamada Ranchos Caymus, que se le dio a George Yount en 1836 para abarcar lo que se convertiría en la ciudad de Rutherford y las áreas circundantes.
El vino es poesía embotellada y Caymus nos seduce constantemente con la elegancia con la cual logra crear joyas liquidas que nos sumergen en la historia de la tierra, en la pasión de sus creadores y la riqueza de su aroma y sabor. La familia Wagner han creado joyas liquidas desde hace más de 40 años, desde Caymus en California hasta Rolu en México.
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Una vinícola que guarda los sabores de la tierra
Las delicias que nos ofrecen los vinos de Wagner son reflejo de la perfección de su terroir. En cada botella creada bajo el nombre de esta familia, se comparte la calidez obtenida del clima y del sol, energía que es transformada en un manjar líquido que nos deleita y acaricia los sentidos.
Cuando comenzó Caymus Vineyards hace más de 45 años en Rutherford, el punto central del Valle de Napa, la región era muy diferente a la actual. No había restaurantes famosos que atrajeran a la gente a visitarlos y el tráfico en las carreteras era ligero. Todos parecían conocer a todos los demás. Con su clima extraordinario, tierras de cultivo y belleza tranquila, “Napa” todavía estaba en gran parte sin descubrir y estaba llena de posibilidades.
Foto de Caymus.
Ese mismo aspecto y sensación de 1972 existe hoy en un lugar que está a solo 40 minutos en automóvil de Rutherford. El valle de Suisun se encuentra al sureste, separado de su vecino más famoso solo por una línea de condado. Influenciado por las bahías de San Francisco y San Pablo, también tiene un clima marítimo con días cálidos y noches frescas.
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Una joya escondida en Napa Valley
Con aproximadamente una cuarta parte del tamaño de Napa Valley, esta región vinícola de “joya escondida” tiene suelos ricos y ha sido conocida históricamente por el cultivo de frutas de hueso. El dominio también es ideal para el cultivo de determinadas variedades de uva.
El sol de California brilla radiante sobre los viñedos de Suisun Valley. Bajo sus rayos y en complicidad con la brisa marina de las bahías de San Francisco y San Pablo, en el valle se ha desarrollado un clima óptimo para el cultivo de uvas jugosas, dulces, perfectas para crear vinos inolvidables. El cultivo y la producción local, junto con el ambiente pintoresco y acogedor del valle, conquistaron a la familia Wagner, por lo que se decidió continuar con el rico legado vitivinícola de Caymus en este valle soleado, creando Caymus Suisun Grand Durif.
Foto de Caymus.
Caymus Suisun Grand Durif 2018
El nombre de la uva Durif es sinónimo de petite sirah, la uva ampliamente cultivada en Suisun. El término Grand que acompaña el nombre de. fabuloso vino Caymus Suisun Grand Durif 2018, se debe a que tiene un gran estilo y una personalidad cautivante. Con exuberantes taninos de textura, este vino es rico, coqueto, totalmente cautivante.
Este vino ha nacido de la pasión de una familia, nutrido por un suelo rico y un ambiente mágico. Su color es el mismo que viste las noches en el valle, un púrpura de medianoche que impresiona. En nariz, nos recibe un bouquet de fragantes lilas, arándanos y bayas de acai con un toque de ciruela. En boca es un vino de cuerpo medio, equilibrado y muy suave. El perfil de sabor es una sabrosa mezcla de chocolate con leche y ciruela roja con notas de arándano. Se construye una suavidad inicial, evolucionando en el final a la textura de mermelada de moras o al relleno de una barra de higo, cremosa y lujosa.