Los lugares que más nos gustan tienden a conquistarnos por lo que vivimos en ellos, por las historias que nos cuentan y las memorias que nos dejan. En este proceso, las personas que nos acompañan en dicha experiencia juegan un papel fundamental, tal es el caso de los chefs Martha Ortiz, Gabriela Ruiz, Froylán Torres y María Celia Flores, que reunieron sus talentos culinarios para ofrecer a los comensales de Dulce Patria “Las Joyas Bajo la Tierra”, segunda narrativa de “El Rugido del Jaguar”; un menú repleto de platillos inspirados en Tabasco, con la magia característica que posee cualquier creación presente en Dulce Patria.
“Las Joyas Bajo la Tierra” busca dar a conocer la riqueza alimenticia de Tabasco en cuanto a sus tubérculos. El camote, malanga y yuca son algunos de estos tesoros empleados para conformar un menú que evoca al edén tabasqueño, con elementos florales y tonalidades verdes tan propias del lugar donde los mariscos no pueden quedar excluidos.
El menú está lleno de un sinfín de detalles que comienzan desde la presentación, la decoración de los centros de mesa como recordatorio de la exhuberancia tabasqueña, la botana previa a la degustación del menú, integrada por pepitorias con destellos de anís, jamaica frita, chips de manzana y el penacho de plátano macho con mariposa de piña deshidratada con aderezo de chamoy y chile cora.
El recorrido al edén comienza con exhuberantes líquidos entre los que destacan los ingredientes más frescos de Tabasco, con notas aromáticas que despiertan los sentidos. Se puede elegir la Extraordinaria horchata de mamey y malanga o el agua fresca de coco, rosas y lichi.
El camino te lleva a disfrutar de la Yuca y camarón seco en crema ligera, platillo que incorpora el sello del chef Froylán Torres. Del mismo modo, puedes dar un recorrido en el Paraíso y Callo de hacha vestido de macadamia con cremoso de queso de hebra y lunares dulces, como entradas. El callo de hacha va sellado en mantequilla y los brotes que lo acompañan nos permiten sentir el edén en su esplendor. Los lunares son una reducción de balsámico con gelatina y crema, cuyo sabor dulce complementa de forma espectacular a la yuca con ceniza, bañada en aceite de cilantro y hoja santa.
Posteriormente llegamos al plato fuerte; cerdo con naranja agria, miel y puré de camote y pequeño ramillete de berro, verdolagas y hierbabuena; las delicadas esferas de puré incorporan el sabor del plátano ahumado con mezcal.
Para el gran final nos encontramos con un panqué casero ahumado de fruta tropical con helado de pimienta quebrada y paseada, y lluvia de leche de coco.
Y por supuesto, no puede faltar el clásico de Dulce Patria, “María va“, que en esta ocasión se dirige al Edén y va vestida de chaya y limón:
A estas delicias se suma así mismo un Chocolate tabasqueño con matalí, hielo de manantial y precipitación de canela.
Después de tal excursión culinaria, Martha Ortiz señala a Gabriela Ruiz, María Celia Flores y Froylán Torres, sus acompañantes en esta travesía, donde ella pone el toque final y orquesta creativamente el concepto, y afirma que “Ellos son las verdaderas joyas tabasqueñas”. Las Joyas bajo la Tierra que se ofrecerán hasta el 27 de junio a los comensales de Dulce Patria, quienes salen enamorados de lo que encuentran aquí.
Por Ingrid Cubas @ingrid_cb
