La noches de entretenimiento al estilo americano llegan monumentales al Pinche Bar, ubicado en antigua bodega de la colonia Anáhuac.
El año de 2013 vio a un twinkie plateado estacionarse en un terreno baldío de la colonia Narvarte. Había nacido el Pinche Gringo, una embajada del barbecue del sur de Estados Unidos que llegaba para quedarse. Su popularidad creció escandalosamente y en pocos días era necesario hacer fila a partir de cierta hora si es que uno quería llevarse a la mesa un poco de pulled pork, salchicha, baby back ribs o todas las guarniciones que tradicionalmente acompañan aquellos cortes.
Por: Jazmín Martínez
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Pinche Gringo se convirtió en un emblema de la calle de Cumbres de Maltrata y en una típica historia de éxito al estilo american way of life. En poco tiempo, una ciudad que poco o nada conocía de barbecue, hizo suyas palabras como “brisket”.
En abril de 2017, Dan De Fossey y Roberto Luna, fundadores de Pinche Gringo, anunciaron por todo lo alto que el baldío de la Narvarte comenzaba a quedarle chico al proyecto. Habían adquirido una bodega abandonada de la colonia Anáhuac: el Pinche Gringo Warehouse estaba por inaugurarse. Dos años después, con el éxito de esta apertura aún a cuestas, este restaurante apuesta por un proyecto de diversificación donde la bandera principal sigue siendo la cultura norteamericana en sus cimientos más fraternales y divertidos.
En la parte de arriba del complejo, Pinche Bar abrió sus puertas el primero de junio. Una propuesta americana que recuerda al Brooklyn Bowl con su escenario para conciertos, su imparable barra y entretenimiento de todo tipo.
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Con una fiesta donde se contaron más de diez guest bartendings con los nombres afamados de la industria, Pinche Gringo tiró la casa por la ventana para contarle a un grupo de amigos y familia que está listo para llevar la vida nocturna a esta parte de la ciudad.
Show drag de alta producción, stand up comedy, dj’s, bandas, un menú distinto al del patio y por supuesto un gringuísimo arcade serán parte de lo nuevo que se ofrecerá en el 296 de Lago Iseo. Un auténtico dive bar que, se dice, incluirá también un espacio dedicado al fine dining basado en ahumados.
Con la alegría que nos da saber que se tendrán 20 líneas de cerveza artesanal surtiendo la barra simultáneamente, si la fiesta de inauguración es un reflejo de lo que ofrecerá el Pinche Bar, prepara las botas y sacude las tejanas, porque aquí es donde vas a querer estar.