Si los muros hablaran, los de la casona ubicada en el 14 de la calle Bolívar, en el Centro Histórico, nos contarían historias del expresidente de México, Antonio López de Santa Anna, pues esta fue su morada al final de su vida, entre 1874 y 1876.
Por: Liliana Ortiz / IG: @lilimarleen91
Tras tres años de obras a cargo del despacho de Sordo Madaleno Arquitectos y el arquitecto Luis Enrique Noriega, este predio, que anteriormente lucía abandonado, recupera su majestuosidad y es sede de la sucursal 19 del restaurante de comida mexicana El Bajío.
El proceso de remodelación e instalación de los servicios de energía eléctrica no fue cosa sencilla, pues la construcción se encuentra protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Por lo anterior también se conservan muchos de los detalles originales de esta casa, como los techos altos, que se construyeron de esa forma para que el general pudiera entrar montado en su caballo. Y una escalera de caracol por la que se subía al primer piso.
El piso de mármol de la escalera principal se limpió minuciosamente; además de los herrajes, ventanales y columnas de piedra, que son los originales del siglo XIX.
En el que fue el patio principal se instaló el salón repleto de mesas con manteles de colores azul y rosa, los característicos de este restaurante. El techo en esta zona es removible, y se puede retirar durante los días de sol.
Doña Carmen Titita, la mujer detrás del éxito de El Bajío, platica que invitó a sus amigas a comer y que una de ellas “inauguró” este nuevo espacio, pues se empapó con la lluvia que los tomó desprevenidos. Esta anécdota le recordó sus días en su natal Xalapa, Veracruz, donde las tormentas eran comunes.
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El nuevo “El Bajío Centro Histórico” cuenta con nueve salones distintos y cada uno posee una atmósfera única. Entre estos están el Canastos, Corazones, Oro, Amate, Catrinas, Ollitas y el Santa Anna, este último es el que conserva más aspectos de la decoración original de la casona y resulta un espacio elegante.
El menú conserva el sello característico de la cadena, como hecho en casa. Entre los platillos destacan las gorditas infladas, que doña Titita acostumbra comer sin crema y con salsa negra, “porque así debe ser”, la sopa de tortilla y las empanadas de plátano rellenas de frijol.
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El Bajío fue fundado en 1972 como un negocio de carnitas y barbacoa en Azcapotzalco. Al frente estuvieron Raúl Ramírez Degollado y Alfonso Hurtado Morellón, sin embargo, al morir su esposo Carmen “Titita” Ramírez Degollado pasó a tomar las riendas.
Actualmente este restaurante ha sido reconocido por la pasión por la comida mexicana que se inyecta en cada platillo, e incluso chefs, entre ellos Ferran Adrià lo han calificado entre los mejores del mundo.
- Dirección: Bolivar 14, Centro Histórico
- Horario: lunes a sábado de 7:30 a 23:00 y domingo de 8:00 a 22:00
- Reservaciones: 5521 4376
- Cuenta promedio: $500