El antirestaurante de la Ciudad de México se distingue por ofrecer cenas en un lugar secreto y únicamente para 20 personas, todas con temática y una historia que se cuenta y se come
Candelilla, el antirestaurante para esta temporada nos da un viaje a los tiempos de la Belle Époque mexicana de cuando Porfirio Díaz hizo visible en nuestro país las costumbres francesas y el art decó.
Para empezar, no esperes ir a un restaurante tal cual: con hostess, valet parking y el pedir a la carta. La aventura se desarrolla en una casa al sur de la Ciudad de México en la cual 20 comensales comparten una mesa enorme. Una experiencia única que se presta para conocer gente y tener más cercanía con los cocineros.
También ve: Uno de los imperdibles de Coapa es un secreto a voces
En esta ocasión, inspirados en ese aire de modernidad parisina, Héctor Gil, chef y fundador de Candelilla, estructuró un menú acompañado de una novela sonora de cinco capítulos en los que se habla de amor y libertad así como toques melancólicos.
También ve: ¿Qué es un speakeasy y cuáles deber conocer en la CDMX?
Mientras se escucha la historia, plato por plato, llegan a la mesa mientras los comensales tienen los ojos tapados, esto agudiza los sentidos pues la única guía para adivinar es el olfato. Después se explica cada tiempo y los asistentes se retiran el antifaz.
Al tener como intención mostrar la gastronomía nacional, en este menú llamado “El piano y María” hay presencia de mole de metate con higos y hierbabuena acompañado de un tamalito de arvejón, estofado en horno de leña, así como un postre del cual no develaré nada pues además de rico es interactivo con la música del pianista Juventino Rosas.