1. Galletas

2. Muffins

3. Licuados o smoothies

4. Helado

Los plátanos son una fruta que tiene un lugar reservado dentro de la despensa en muchos hogares. Su sabor, versatilidad y beneficios, lo han convertido en un producto básico. Sin embargo, con frecuencia maduran rápidamente y dejan de ser la opción ideal para comerlos frescos. Esto no quiere decir que automáticamente se convierten en basura, no te dejes engañar por la coloración oscura de su cáscara. A continuación, te compartimos algunas opciones donde puedes aprovechar los plátanos, incluso después de su punto máximo de maduración.
Por: Desiree Perea
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Identificar el punto de maduración de algunas frutas es realmente fácil. Tal es el caso de los plátanos, pues a simple vista, la cáscara comienza a cubrirse de manchas oscuras que terminan cambiando el color amarillo brillante por completo. A medida que el plátano madura, ocurren cambios significativos en su composición. En primer lugar, el almidón se descompone en azúcares simples como glucosa, fructosa y sacarosa. Este proceso es responsable del aumento del dulzor en una pieza madura.
Por otro lado, su consistencia también sufre cambios importantes. Si buscas que esta fruta mantenga su firmeza, lo ideal es escoger plátanos menos maduros. Con el paso del tiempo, la pectina se descompone, lo que resulta en una pulpa más suave y cremosa. Siempre que no haya señal de hongos, comer plátanos maduros es completamente seguro.
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De hecho, muchas veces se deja madurar de más con el objetivo de aprovecharlo como endulzante natural. Además, también puede ayudar a lograr una consistencia espesa en distintas preparaciones. Otros beneficios que vale la pena destacar de los plátanos maduros son:
Si observaste que tus plátanos en casa comienzan a sufrir este cambio, tu primera opción no tiene que ser desecharlos. Al contrario, puedes aprovechar esta fase de maduración avanzada en un varias recetas. Si tienes antojo de algo dulce, puedes recurrir a estas propuestas y dejar brillar a un buen plátano maduro.