Formas de preparar caracoles que no te habías imaginado

Los caracoles son un manjar exótico que ha ganado popularidad en diversas cocinas del mundo. Son conocidos y apreciados por su textura única, así como por su capacidad de absorber sabores de manera extraordinaria. Aunque muchas personas piensan inmediatamente en el clásico “escargot” francés, existen muchas otras formas de preparar este delicioso molusco que quizás no hayas imaginado. En esta nota, exploraremos otras recetas para que puedas preparar caracoles en casa de formas sorprendentes.

Por: Desiree Perea

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¿Por qué decirle que sí a preparar caracoles en casa?

Para entender este ingrediente exótico, es necesario conocerlo a nivel general. Los caracoles son un tipo de molusco que puede encontrarte tanto en agua como en tierra. Si bien los de tierra son aquellos con los que más tenemos contacto, es importante destacar que no todas las especies son comestibles. Las especies que son completamente seguras para consumo humano son: helix, otala y cepaea.

Vale la pena perderle el miedo a este producto no solo por sus ventajas a nivel de sabor y textura, pues también presumen grandes beneficios. Los caracoles destacan por propiedades como:

Ricos en proteínas: Una porción de 100 gramos puede contener hasta 16 gramos de proteína.
Bajos en grasa
Fuente de hierro: Esencial para la producción de glóbulos rojos.
Magnesio y calcio: Importantes para el mantenimiento de la salud ósea y muscular.
Ácidos grasos omega-3

Preparar caracoles en casa es fácil de dominar, con una amplia posibilidad de recetas. — Caracoles cocidos. Foto de PxHere.

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Una de las razones por las que el preparar caracoles se ha vuelto popular es su sostenibilidad. A diferencia de otros productos animales, la cría de estos requiere menos agua y tierra; ademas, produce menos emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los caracoles pueden alimentarse con restos de vegetales, lo que hace que su cultivo sea una opción respetuosa con el medio ambiente.

Los caracoles son un ingrediente versátil que puede integrarse en todo tipo de preparaciones. Desde las más tradicionales hasta las más innovadoras, siempre cuidado no opacar sus principales características. La clave está en experimentar con sabores que potencien su textura y aprovechar su capacidad para absorber las salsas y especias. Así que si estás buscando nuevas formas de sorprender en la cocina, preparar caracoles pueden ser tu próximo gran descubrimiento culinario.

1. Estofados

En primer lugar, esta es una de las formas favoritas para preparar caracoles en casa. Si eres amante de este producto, podrás encontrar en los estofados una forma para mantener recetas dinámicas en casa. Asegúrate de sazonar y cocinar por completo la salsa inicial antes de añadir los caracoles a la preparación. Por su tamaño, la cocción de los mismos no requiere mucho tiempo; y el dejarlos cocinar de más puede arruinar por completo su textura. Los caracoles son una gran fuente de proteínas, pero siempre se puedes complementar con algún corte de carne o pollo. También puedes añadir a la preparación vegetales como guarnición.

2. A las brasas

Si buscas una forma sencilla y rápida de preparar caracoles, sin duda asarlos es una alternativa inteligente. Esta técnica resalta su sabor natural, además de que si eres amante de las notas ahumadas, los caracoles mantienen buen aroma y sabor cuando se cocinan de esta forma. Otra ventaja se suma a esta forma de preparación pues puedes personaliza el marinado; desde barnizarlos con mantequilla hasta prepara una salsa agridulce con notas frescas. Toma en cuenta que si los vas a cocinar junto a otros ingredientes, lo mejor es dejar los caracoles al ultimo, pues su cocción no toma mucho tiempo.

3. Arroces

Esta receta muchas veces es elegida como guarnición, la realidad es que también puede ser protagonista en una comida. Tal es el caso de la paella en España, o el arroz a la tumbada en nuestro país. Los caracoles se mantienen como un ingrediente común para aportar textura y volver los arroces un plato más dinámico. Aprovecharlo en esta receta te permite jugar con los condimentos o hierbas frescas a tu gusto. Estos moluscos se mantienen en un perfil bajo, adaptándose al resto de la preparación.

4. Cremas o sopas

Finalmente, los caracoles también puede tener su protagonismo en entradas. Durante el otoño e invierno, las sopas son un gran aliado para enfrentar las condiciones climáticas. Las opciones para preparas sopas o cremas con caracoles son realmente infinitas, aquí vale la pena aprovecharlos pues su sabor no es predominante. Puedes añadir mariscos o bien, vegetales con una base de caldo de pollo para complementar e intensificar los sabores. Puedes optar por dejar los caracoles en su concha o bien, retirarlos e incorporar únicamente la carne. Algunas personas incluso optan por picar finamente este producto, así la sopa se mantiene limpia.