La región del bajío mexicano es rica en gastronomía y cultura, pero también en bebidas típicas mexicanas como el tequila, el mezcal y por supuesto el vino.
La región del bajío mexicano es rica en gastronomía y cultura, pero también en bebidas típicas mexicanas como el tequila, el mezcal y por supuesto el vino.
Por Roxana Zepeda. (@TastyToursMX).
Viajamos al estado de Guanajuato, a una hora de la ciudad de León, para conocer el viñedo de vinícola El Lobo, una empresa familiar ubicada en la ex Hacienda de San Lorenzo del Lobo, en el municipio de San Francisco del Rincón, muy cerca de la sierra de Lobos.
Los vinos de este lugar, son la unión de pasiones, la ópera y el vino en una botella, el proyecto inició con un terreno de agave mezcalero, después giraron hacia los destilados y en Ensenada aprendieron a hacer vinos, de allá regresaron con la primer barrica de vinos.
Sus fundadores experimentaron a ver si en Guanajuato se daban las uvas, una tradición ancestral que se había perdido y se recuperó cuando se dieron a la tarea de buscar el terreno ideal con las características adecuadas.
Los terrenos donde está el viñedo son colinas, laderas para que escurra el agua que no sea necesaria.
A lo largo de sus 20 hectáreas crecen cuatro tipos de uva: Tempranillo, Zinfandel, Syrah y Merlot; todas son cultivadas con un cuidado especial a cada cepa a más de mil 800 sobre el nivel del mar. En esta zona el clima es ideal para el crecimiento de las uvas y la producción de vino.
En este viñedo, de acuerdo con Marcela Gutiérrez, una de las fundadoras, los procesos aún son artesanales, pues las cosechas son supervisadas por un enólogo y la cosecha se hace a mano, por ello cada botella es como una edición limitada, pues de cada etiqueta la producción es de menos de tres mil botellas de vino.
La primera cosecha fue en 2011 y los primeros vinos los tuvieron que bautizar según a lo que les sabía de acuerdo a la historia de sus óperas favoritas para que tuvieran afinidad con el sabor del vino, una percepción muy personal que le imprime un toque especial a estos vinos.
Los creadores de este vino son la familia Hernández Gutiérrez, que es amante de la cultura italiana y la música, en específico de la ópera, por ello las uvas y el proceso de los vinos se ha hecho con algunas piezas famosas de fondo, los vinos también tienen nombre de estas obras y las catas para degustarlos se hacen con esta música. La casa produce 25 mil botellas al año en siete etiquetas de vino:
Tipo de uva: Tempranillo.
Tiempo en barrica: 12 meses en barrica de roble americano.
Notas de aroma y sabor: Tonos frescos, ligeros y delicados con un toque afrutado, Jamaica, azahares y flores.
Inspirado en la ópera Giacomo Puccini.
Tipo de uva: Merlot.
Tiempo en barrica: 12 meses en barrica y cuatro en botella.
Notas de aroma y sabor: Frutos rojos ideales para maridar con carnes y quesos maduros.
Inspirado en el carácter del Duque de Mantua.
Tipo de uva: Zinfandel.
Tiempo en barrica: 12 meses.
Notas de aroma y sabor: Es un vino complejo con notas de chocolate, miel, frutos rojos y caé.
Inspirado en el clásico de Goethe y la ópera del francés Charles Gounod.
Tipo de uva: Syrah.
Tiempo en barrica: 12 meses en barrica de roble francés.
Notas de aroma y sabor: Aromas frutales que se llevan bien con cortes de carne de alta calidad, chocolate y quesos fuertes.
Inspirado en Giacomo Puccini.
Tipo de uva: Malbec.
Tiempo en barrica: 12 meses.
Notas de aroma y sabor: Frutos rojos y especias suaves.
Inspirado en el drama del compositor Ruggero Leoncavallo.
Tipo: Ensamble de diversas uvas tintas y blancas.
Notas de aroma y sabor: Es un vino dulce espumoso y refrescante que se toma frío para acompañar una comida al aire libre.
Otras 2 etiquetas de vinos jóvenes que producen son Vivace (Tempranillo y Malbec) e Intermezzo (Syrah y Zinfandel). Todos son vinos tintos.
Todos los sábados el viñedo está abierto al público, puedes hacer un recorrido, tener una cata con maridaje y conocer a detalle la historia de estos vinos. Si visitas el lugar en tiempos de cosechas puedes probar las uvas y caminar entre las plantas.
El paisaje de los alrededores también es una experiencia en sí mismo, pues la panorámica de cerros, agaves, pueblos cercanos y el cielo abierto, le da un toque especial a este lugar.
También hay un mirador desde donde podrás tomar las mejores panorámicas del viñedo.