Vinos de Languedoc, la región vinícola de Francia que no conocías
¿Sabías que la región vinícola más grande de Francia es Languedoc-Roussillon? Los vinos de Languedoc son el secreto mejor guardado de este país europeo.
¿Sabías que la región vinícola más grande de Francia es Languedoc-Roussillon? Ubicada cerca del Mediterráneo, en la frontera con España, cuentan que esta zona es el secreto mejor guardado de este país europeo.
Se trata de casi 300 mil hectáreas donde se producen diversas etiquetas de vinos: blancos, tintos, secos, dulces y espumosos.
Algunas de las uvas que se cultivan en esta zona son: garnacha, cariñena, cinsault, syrah, monastrell, merlot, cabernet Sauvignon, garnacha blanca, piquepoul, viognier, chardonnay, sauvignon blanc y moscatel.
Historia de los vinos de Languedoc – Rousillon
Languedoc-Roussillon es una región del sur de Francia que fue muy apreciada desde la época de los romanos, por su clima y la riqueza de sus suelos.
En la Edad Media, los viñedos pertenecían a los monjes, estos producían excelentes vinos y se vendían a un precio alto.
En el siglo XIV, los vinos de Languedoc-Roussillon alcanzaron tanta fama que en los hospitales de París los prescribían por sus supuestos poderes curativos.
Luego, el siglo XX, la región comenzó a tener producciones de alto volumen a bajo precio.
En 1980 comenzaron a cambiar y esta zona se volvió el paraíso para los buscadores de vinos accesibles de alta calidad.
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Los grandes vinos del Languedoc
Gérard Bertrand es el embajador de los grandes Vinos del Languedoc en todo el mundo; desde los viñedos de altura cerca de los Pirineos hasta los suelos volcánicos de las Terrasses du Larzac y los viñedos costeros con vistas al mar Mediterráneo, las bodegas cubren 850 hectáreas cultivadas con métodos biodinámicos.
En sus dieciséis Châteaux y fincas vinícolas, Gérard Bertrand respeta la tierra mediante procesos de viticultura biodinámica, creando una variedad de vinos fabulosos como el Château l’Hospitalet, reconocido como el mejor vino del mundo en 2019.
Gérard Bertrand se ha convertido en el rey de los vinos franceses, además de ser reconocido internacionalmente como el especialista de los vinos Premium del Sur de Francia, pues ha sabido impregnarlos con el valor de su historia y de su terroir, incorporando innovación en sus procesos.
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Una cena maridaje con vinos del Languedoc
En Alinna, cada instante es una oportunidad de aventura, de creatividad y de asombro; en una de sus espectaculares cenas maridaje tuvimos el enorme gusto de dejarnos llevar por los vinos más exquisitos del sur de Francia, obras de arte embotelladas cuya historia, aromas, sabores y abanico de colores hipnotizan: Gerard Bertrand.
La experiencia sensorial de la gastronomía la disfrutamos en Alinna, un proyecto joven pero rico en cualidades, a cargo de grandes talentos que imprimen su pasión en cada platillo, en la atención personalizada y en la calidad del servicio. Unidos por la pasión gastronómica y por su deseo de diseñar un acogedor recinto para que los comensales pudiéramos atesorar los momentos más deliciosos de la vida, Pablo Palomo y Elizabeth Cruz crearon Alinna en el año 2019.
El director de ventas para Latinoamérica de Gerard Bertrand, Eduardo Aguirre, nos llevó de la mano en nuestro descubrimiento de los vinos que degustamos, platicándonos sobre la trayectoria de Bertrand y los resultados que han posicionado a la marca como el ícono de la región de Languedoc.
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Un menú del chef Pablo Palomo
Nos deleitamos con el primer platillo de la cena elaborada por el ternos chef Pablo Palomo: un espectacular tartar de Wagyu trufado con crema de Dijon, yema curada, queso de oveja y patatas soufflé. Este manjar fue maridado con Prima Nature Chardonnay, un delicioso vino ecológico sin sulfitos añadidos que ofrece aromas especialmente puros, generosos y gourmet. Este vino es el resultado del saber hacer de Gérard Bertrand y sus enólogos, que tienen una experiencia única en la vinificación sin sulfitos.
El siguiente platillo fue un rico camarón de profundidad con beurre blanc, logrado a la perfección, y maridado con el premiado vino rosado Hampton Water Rosé. Este elixir es el resultado de una colaboración entre Jon Bon Jovi, su hijo Jesse Bongiovi y Gérard Bertrand; Hampton Water captura el arte de vivir y la convivencia común en los Hamptons y el sur de Francia, con su hermosa mineralidad y carácter fresco e intenso.
Continuamos con un refinado Velouté de pato con gelée de cebolla caramelizada, frutos secos y picatostes, de gran suntuosidad y aterciopelado sabor. Ideal para esta obra maestra, el Clos de Temple Rosé deleita a nuestros sentidos. Desde la bella botella del vino, que parecería botella de perfume o una obra de arte, nos percatamos de que estamos bebiendo algo fuera de lo común.
Más del menú con maridaje
Ganador del Mejor Rosé del Mundo 2020 en el Drinks Business Global Rosé Masters, esta joya proviene del terroir histórico de Cabrières. El terruño de Clos du Temple extrae su carácter singular de sus orígenes geológicos y el resultado es magia líquida.
Un platillo único que nos nos sedujo con su abanico de aromas fue el puntalete carbonara con panceta y velo de pasas, maridado a la perfección con el Prima Nature Syrah, IGP Pays D’OC. Intenso y afrutado, Prima Nature nos proporciona una experiencia única de la variedad de uva, respetando el medio ambiente a la vez.
Para terminar el chef Palomo nos impresionó y deleitó en un short rib Wagyu full blood con salsa de pimienta verde ahumada y tarta de pimientos confitados, cada sabor creando una explosión de hedonismo en nuestra boca. El vino que acompañó a este maravilloso platillo fue el magistral Clos d’Ora 2016: un elixir excepcional, preservado a 200 metros de altitud y calificado con más de 94 puntos por Robert Parker Wine Advocate.