Territorio de gran tradición cultural que le ofrece grandes aventuras a los turistas. Aquí te decimos cuáles las tres paradas obligadas en Michoacán.
Imagina a tu guía personal que te recibirá en el hotel para comenzar su recorrido por las calles coloniales de Morelia, la capital de Michoacán, incluyendo la gran plaza principal, flanqueada por la catedral de piedra rosa. Durante su visita a la Casa Natal de Morelos, un museo dentro de la casa de José María Morelos, héroe de la Guerra de Independencia de México, la ciudad fue renombrada en su honor. Otra de las paradas obligadas en Michoacán es el Conservatorio de Música, el Palacio Episcopal, el Colegio de San Nicolás, donde aprenderán más sobre el pasado de Morelia y el acueducto en el borde del centro de la ciudad.
No te puedes perder una demostración privada de cocina de Purepechan en el famoso restaurante de San Miguelito donde aprenderás el arte de envolver tamales. Diviértete practicando mientras aprendes acerca de esta tradición ancestral, para el almuerzo (incluido) podrás degustar algunas de las especialidades de la región.
Pátzcuaro es un importante centro cultural y artesanal del estado de Michoacán, en la orilla sur del lago del mismo nombre. Usted explorará los mercados y las tiendas a lo largo de las plazas coloniales y de las calles alineadas con los edificios históricos. La plaza Vasco de Quiroga, la plaza principal, y la Casa de los Once Patios, construida en 1742 para monjas dominicanas, le dan a la ciudad gran parte de su encanto.
Continuaremos visitando Santa Fe de la Laguna, una ciudad reconocida por su barro. Aquí visitará el taller de un artesano local para observar su trabajo en curso y conocer a miembros de la comunidad indígena local. En Santa Fe almorzarás en el hogar de una familia local, donde podrás disfrutar de sus platos regionales caseros mientras aprendes más sobre las especialidades culturales.
Después de dos días de exploración de algunos de los aspectos culturales más destacados de la región, hoy pondrá su atención en algunos de sus atractivos naturales: el Volcán Paricutín y el Parque Nacional Barranca del Cupatitzio. Usted conducirá hacia Paricutín, un volcán que apareció en 1943, emergiendo de un campo de maíz y creciendo a una altura de 1.391 pies. Dos pueblos fueron evacuados y cientos de personas tuvieron que mudarse permanentemente. Explorará la zona a caballo, aprendiendo sobre la destrucción repentina que el volcán trajo y viendo las ruinas de una antigua iglesia atrapada en el flujo de lava. Usted también verá probable el vapor que se levanta de las rocas cerca de la cumbre de este volcán inactivo.
Después del paseo de dos horas y media que se rompe para almorzar antes de dirigirse a Uruapan para visitar el Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, un jardín botánico. Por último, pero no menos importante, rendirás homenaje a una de las exportaciones más queridas de México en un huerto de aguacate. México es donde el árbol del aguacate se originó hace más de 10.000 años y el suelo volcánico del país y el sol abundante proporcionan las condiciones perfectas para producir excelentes aguacates.
Pátzcuaro, el pueblo mágico de Michoacán