La ropa digital cada vez cobra más fuerza como tendencia en la industria de la moda. Conoce qué hay detrás de está nueva forma de vestir.
Desde 2016, diversas compañías de moda han buscado crear ropa digital. La idea es muy sencilla: vestir fotografías, no personas. La intención al crear este tipo de ropa es frenar la producción irracional de mercancías y disminuir el impacto negativo que año con año se crea en la industria de la moda.
La marca de origen escandinavo Carlings se ha posicionado como pionera en esta nueva tendencia de moda, al crear la colección Neo-Ex. En total son 23 prendas, las cuales tienen un diseño futurista y ecléctico. Se puede elegir entre jeans, abrigos y lentes. Cabe mencionar que toda la ropa digital que fabrica esta compañía es unisex, por lo que tanto hombres como mujeres pueden adquirirla.
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Para poder conseguir este tipo de ropa, las personas sólo deben acceder a la página web de Carlings y elegir la prenda que más les agrade. Después de tener el outfit preferido, la compañía de moda le solicitará al usuario que le envíe una fotografía para poder hacer la magia y vestirlo digitalmente. Cada prenda se puede ajustar con un software especial. Esto hará que las personas luzcan los atuendos de la mejor manera posible y no parezcan solamente meros montajes. Los precios de las prendas digitales oscilan entre los diez y treinta euros.
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La respuesta del público ha sido avasalladora, ya que actualmente la ropa digital empieza a cobrar más auge, debido al crecimiento exponencial de las redes sociales y sus diferentes herramientas de sociabilidad, que han hecho de la fotos un producto de consumo de primer necesidad. Bajo ese contexto, cada vez son más las personas dispuestas a pagar por cosas que las hagan lucir mejor en Instagram y Facebook.
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