Patek Philippe es una marca de alta relojería que desde el siglo XIX ha trabajado para lucir en toda su elegancia y perfección.
“Nunca un Patek Philippe es del todo tuyo. Tuyo es el placer de custodiarlo hasta la siguiente generación”. Éste es el slogan de la famosa y refinada marca de relojes Patek Philippe, la cual no ha cambiado en 20 años; lo que quiere decir que han acertado en todo. Una de las reglas de la elegancia es la discreción y Patek Philippe es la representación de la misma. Lo encontramos en las redes sociales y en su propia página web, por cierto considerada uno de los mejores sitios online del ramo, estando atentos a actualizar siempre la información así como sus diseños.
Esta brand de relojería ginebrina nació gracias a Antoine Norbert de Patek, exiliado polaco después del fallido levantamiento contra las fuerzas rusas que habían invadido Polonia. Ginebra para aquel entonces era ya una ciudad en la que reinaba un espíritu liberal, por lo cual decidió instalarse en ella. Allí conoce a su primer socio, Franciszek Czapek,un relojero checo, tío de la que posteriormente fue esposa de Patek. La empresa tuvo un éxito casi inmediato, mucho gracias a las relaciones de Patek. Pero debido a diferencias entre los dos socios, años después se separan y Patek se asocia con Adrien Philippe quien era en ese momento el inventor del mecanismo de recarga sin llave de los relojes de bolsillo. A partir de aquí comienza una larga historia de éxito, precisión, diseño y clase que perdura intacta hasta hoy en las manos de la familia Stern quien desde 1930 ha relevado la marca original.
El hecho de que su slogan no haya cambiado en tantos años no quiere decir que sea una marca anticuada, más bien todo lo contrario. Dentro de lo clásico en refinamiento, ha estado evolucionando tecnológicamente aceptando y superando el reto de compatibilizar la tradición con la modernidad, confiando en su flamante departamento de Research Advanced que investiga incansablemente nuevos métodos para el mejor funcionamiento de sus piezas únicas.
Patek Philippe se caracteriza por evidenciar los elementos externos de sus relojes, especialmente las cajas, que presentan diseños cada vez más originales y con complejas decoraciones, transformándolos en obras de arte. Esto también es posible porque siendo una empresa todavía familiar y única dueña de la marca, puede navegar en la creatividad e imaginación sin límites de ningún tipo ni presiones externas a su propia administración. Esto les confiere una libertad absoluta y muy bien dirigida.
El reloj de un millón de dólares inspirado en la Fórmula 1
El relojero fundador en su época estaba dedicado a crear los mejores relojes de bolsillo hasta que en 1868 crea el primer reloj pulsera para la condesa húngara Koscowicz, una verdadera obra de arte. Tenía la caja de forma rectangular en oro macizo, en cuyo centro destacaba el cuadrante redondo. Las alas laterales de la caja estaban decoradas con motivo de una rosa en diamantes incrustados. El cuadrante redondo estaba cerrado con una tapa en la que estaba incrustado un único diamante redondo. El brazalete que sostiene el reloj estaba conformado de dos bandas delgadas con motivo acanalado y también de oro puro.
Si bien la marca ha logrado el mayor numero de reconocimiento en todas las áreas, el récord de venta del reloj más complicado del mundo, técnicamente hablando, lo tiene el reloj Supercomplication. Este modelo fue encargado a la casa relojera Patek Philippe en 1925 por Henry Graves Jr., todo en secreto. El era un banquero multimillonario americano que tenia la obsesión por coleccionar relojes, y desde 1905 era fiel cliente de la marca. Estaba también obsesionado con competir con el Sr. Packard, otro multimillonario coleccionista de relojes, por tener el mejor y único reloj del mundo. De ahí que le encargó la pieza a la casa relojera exigiendo que tuviese todos los complementos posibles e inimaginables del mundo.
De hecho la casa relojera tardó 8 años para terminar el reloj, poniendo a trabajar duramente todo un equipo de ingenieros, científicos y artesanos. Al terminarlo este reloj tenóa 24 complementos ademas de simplemente indicar la hora. Mostraba las fases de la Luna, la hora del amanecer y atardecer en New York, el esquema de las estrellas que cada noche se abría sobre el área del apartamento en el que vivía el Sr. Grave. Un calendario eterno, los días de la semana, alarma y muchísimo más. Quedó en la historia como el Grave’s Supercomplication y fue subastado en 2014 en Sotheby’s por la astronómica cifra de 24 millones de dólares.
Patek Philippe fue una sociedad que desde el principio se reveló perfecta por la habilidad comercial de Patek y el ingenio de Philippe, creando uno de los imperios relojeros más grandes a nivel mundial, no solo en calidad sino en vanguardia tecnológica y sofisticación. En 2001 la casa relojera abrió su propio museo en el centro de Ginebra, exhibiendo los modelos creados a lo largo de su existencia y la historia de la marca. No todos pueden permitirse un Patek Philippe pero aquí podrá darse el gusto de admirar el legado que ha dejado y sigue dejando una de las macas relojeras más deseadas y caras del mundo.
Moda y cultura: dos caras de la misma moneda